Yo esperaba otra cosa de la Universidad

Llevo cuatro años en el C P S, estoy apunto de empezar el Octavo Cuatrimestre de Ingeniería Informática y he de decir, que sin duda esperaba otra cosa de la Universidad.

Recuerdo muchas veces un monologo del "gran" Ernesto Sevilla donde contaba su experiencia al llegar a la Universidad. El chaval se había criado viendo peliculas de universidades donde el quarterback acababa con la jefa de animadores, peliculas donde había grandes fiestas, la gente encontraba al gran amor se su vida y acababan en el baile de primavera, vamos... un sin parar de conocer gente. Sin embargo, Ernesto no había ido a una Universidad Americana, le había tocado la maldita Universidad de Cuenca, donde lo más parecido a una fiesta era él y cuatro amigos más (todo tíos por supuesto) delante de una palangana llena de calimocho.

Yo tampoco esperaba "el modelo americano", no esperaba meterme en la fraternidad de los Pi Sigma Delta, ni siquiera ser el Quarterback, lo de la jefa de animadoras... eso si que no hubiera estado mal xD. Pero si que me siento defraudado con mi Universidad, no es para nada lo que pensé que podría ser esta vida.

Y es que creo que ser universitario no es solo una aspiración a una carrera, es también una forma de vida, por supuesto, exige su parte de responsabilidad, estudios, examenes. Pero también creo que forma parte de ello las fiestas, las largas conversaciones en cafetería, las tardes soleadas en el césped del campus. ¿Y sin embargo, que tenemos nosotros?

Pues de fiestas: dos botellones cutres al año, en cuanto a las largas conversaciones en cafetería: o son inexistentes o son para hablar de trabajo (cosa que es peor), y que me decís de tumbarse en el césped ¿En el CPS? Ni locos, que es un barrizal y además es que cuando hace sol tienes que estar dentro del edificio. Aguantando una insoportable clase o programando en un laboratorio oculto en el sótano, si es que ni siquiera tenemos grandes ventanas en los laboratorios para que entre el sol. ¿Informáticos? ¿Sol? Incompatibles, debe ser como lo de Inteligencia Militar. Términos opuestos.

Fiesta de una Universidad de EE.UU. , comparen con el C P S

Si es que hay días que he entrado a las 8 de la mañana, salido a las 9 y vuelto a enganchar el siguiente día a las 8 de la mañana de nuevo. ¡13 horas en la facultad! Parecemos el proletariado en plena Revolución Industrial.

También me hubiera gustado haber sido miembro participe de una asociación, pero es que solo hace falta pasarse un día por la famosa feria del asociacionismo para que se te quiten las ganas. Paso de meterme en un club de roleros que se pasan todo el día hablando de lo grande o pequeña que tiene la espada Frodo o discutiendo sobre porque Leia dice que recuerda a su madre, y paso de apuntarme a cosas del tipo Install Party. A ver... señores Linuxeros... Instalar, ¡No es algo festivo! ¡No es ni siquiera divertido! ¡Y menos Linux!

No se, en general la Universidad es algo que me ha defraudado. No han sido los mejores años de mi vida, ni puedo decir lo de "El descanso de la vida se lo debo a la Universidad". Me da la sensación que ser universitario es algo a lo que parece que tengamos que aspirar todos y sin embargo, el espíritu universitario está extinto.

Y creo que es en parte por culpa de mi maldito campus, en la city se respira otro ambiente, sin embargo me ha tocado ese sitio apartado de toda civilización y de cualquier actividad ociosa, donde ni siquiera saben habilitar una sala para que la gente trabaje o quitar esos estúpidos carteles de "Prohibido usar portátiles en esta sala". Un sitio con cuatro edificios, uno de ellos al que he ido solo dos veces en toda la carrera, otro donde cada vez que voy alguien tiene que insultar a los que estudian ahí por ser "inferiores", luego esta ese invernadero que se cae a trozos y que por mucho que vistan de seda, mona se queda.

Y que decir de mi edificio, de mi maravilloso edificio con sus famosos anuncios de "Cuidado. Baldosas Sueltas". Ese edificio prefabricado repleto de decoración minimalista más propia de un sanatorio o centro psiquiátrico que de un edificio público. Así acabamos, que parece que al cruzar la puerta salimos de un manicomio.

Pero bueno, le voy a dar una oportunidad más a la Universidad. La última. Erasmus. Es una de las razones por las que me voy, buscando ser universitario, algo que en Zaragoza me temo que nunca he sido. Esperando que más allá de Juslibol, exista esa utopía que creo mi mente de adolescente ansioso de entrar en la facultad. Bajo un poco la apuesta esta vez, los mejores años de mi vida, espero que sean ahora los mejores meses de mi vida ;-).