Sola en el firmamento, esperándome esta un destino. La Luna.
Es solo una gigantesca roca gris flotando en órbita alrededor de nuestro planeta. No hay nada que ver. No hay nada que hacer ahí. Sin embargo, gran parte de la humanidad ha mirado y mira en la noches de Luna Llena nuestro satélite de forma hipnótica, esperando a que algún día pueda estar ahí contemplando la Tierra como ahora contemplamos la Luna.
Tal vez algún día el mundo sea como Futurama, y realmente la única razón porque la gente vaya a la Luna sea por un parque de atracciones que han montado en la superficie. Pero ahora mismo, es un sueño que poca gente ha logrado y es por ello que forma parte de mis "Viajes imposibles". Tal vez, este más que ningún otro.
Para despegar, me iría a Cabo Cañaberal, lugar desde donde saldría el transbordador espacial. Estaríamos "el hispano" (o sea yo), un japones, un americano, un ruso y un androide infiltrado llamado Bishop que nos traicionaría en el ultimo momento.
Tras un intenso despegue propio de echar la pota, estaríamos durante tres o cuatro días en medio de ninguna parte sin más que hacer que dar vueltas en gravedad cero y ver como al japones se le escapan las burbujas de agua al intentar beber.
Al llegar a la Luna aterrizaríamos cerca de donde lo hizo Neil Armstrong y por supuesto, haría la clásica parodia del "Un pequeño paso para el hombre, un gran paso para la humanidad". Y ahí vería la famosa bandera americana, al lado de la que me haría la foto y por supuesto haría como Philip Fry y chafaria con mi huella la de Neil, pero en lugar de dejar el símbolo de Nike dejaría el de las Converse xD. Si, me llevare las Converse rojas a la Luna ¿mola o no mola?
Por supuesto, jugaría al golf como hizo otro astronauta y me pondría a corretear y saltar por la superficie. Y lo mejor de todo, sentarse a ver nuestro planeta azul, anda que no molaria una foto de mi con ese fondo para avatar del messenger.
A pesar de todas las tonterías que estoy diciendo, realmente dudo mucho la posibilidad de llegar a la Luna un día, a pesar de empresas como Virgin que apuestan por los viajes espaciales. Sin embargo, hay una cosa que sin duda querría y espero hacer antes de estirar la pata. Hablo de la gravedad cero. La necesidad del humano de ser libre y sentir que puede volar.
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