martes, 3 de septiembre de 2013

Navegando en mares tranquilos... demasiado tranquilos

Este se esta convirtiendo en el blog de los abandonos y vuelta a retomar.


Hace tiempo que no sé que escribir en un blog. El mundo se esta "cientocuarentizadoencaracteres", es lo que lay Twitter impone. Quiero escribir muchas cosas, destacar cosas, expresar opiniones, pero necesito ese efecto de acción-reacción.

Es decir, quiero decir algo y quiero decirlo ya y rápido. Luego se te pasa el calentón del momento o piensas que no da para escribir tantas palabras y al final no acabas redactandolo. Y lo peor, es que si, odio Twitter.

Siempre he pensado que si coges Facebook y le quitas el 90% de su funcionalidad, tienes Twitter. A fin de cuentas es la idea de solamente agregar a gente y seguir estados. Si todo el mundo escibiera continuamente estados de 140 caracteres y la gente aceptara invitaciones de amistad sin mirar quien es o se aceptaran de forma automática tendríamos Twitter. De hecho, hay gente que lo hace y "entwitteriza" el facebook.

Pero bueno, este artículo no va de Twitter vs. Facebook, o al menos no pretendía que fuera de eso. Va de que son las 11:12h de un día laboral y puede dedicarle tiempo a actualizar mi blog, y eso no mola, porque quiere decir que no tengo trabajo. Y no es el "no tener trabajo" en sentido 27% de la población no tiene trabajo... es en el sentido de estar en el otro 73% y estar sentado en la oficina con los brazos cruzados.

Es tal vez el efecto de vivir en una compañía tan grande. Al final, las compañias son entes sin alma y más la pierden cuanto más grandes son. Cada vez eres más un número y menos una persona. Y ojo, no os equivoquéis, la calidad de vida en las multinacionales puede ser mil veces mejor que en una pequeña. Jornada flexible, convenio de empresa, vacaciones elegibles a tu elección, seguro médico privado o comidas subvencionadas dan buena fe de ello. Pero la imposibilidad de aportar ideas a la empresa o de trabajar en aquello que más te guste es algo que solo en una PYME se puede encontrar, donde tus decisiones crean consecuencias en la empresa. En una multinacional, no puedes modificar el negocio salvo que estés muy arriba.

Así que aquí estoy, he sido un número trasladado de un departamento a otro, un cambio que va en contra de lo que aquí llaman "carreer development". Ahora la cuestión es... vivir acomodado, aburrido, invirtiendo mis horas en labores que no me gusten o en ver porque mi Google Nexus 4 no llega todavía. O regresar a la PYME, a las tormentas del mercado y luchar para sobrevivir como hice un verano.

Demosle un tiempo a ver hacia donde soplan los vientos y tomemos una decisión en el próximo año.