domingo, 23 de septiembre de 2007

¿Y si el amor dura una eternidad?

Sesiones millanescas del dia presenta: La fuente de la vida

En el génesis, Dios creo dos arboles en el paraíso: el de la sabiduria y el de la vida. Cuando Adán y Eva comieron el fruto prohibido del árbol de la sabiduría, Dios los echo del paraíso y oculto el árbol de la vida para siempre. Este es el punto de inicio de La Fuente de la Vida, una historia narrada en tres puntos temporales a la vez: el año 1500, el año 2000 y el 2500. Mil años y una sola constante: el amor.

Es sin lugar a dudas, la película más extraña del año, odiada por muchos, amada por otros tantos, era el turno de que yo la viera para juzgar y así he hecho. Lo primero destacar que esta película entra dentro del subgénero al que autodenomino Poesía visual, es decir, estaría en el mismo saco que 300 o Superman Returns. Películas donde se presta una especial elegancia a cada imagen y cada frase para explotar el cine como género artístico y movimiento filosófico. Es decir, cuando el cine se parece más a la pintura que a la literatura. Y es que eso es La fuente de la vida, imagenes espectaculares y preciosas acompañadas de diálogos profundos.

He de reconocer que al principio la película desconcierta un poco, y es que ver a Hugh Jackman y Rachel Weisz haciendo tres papeles distintos a la vez, uno en cada época es bastante caótico sin saber muy bien de que va todo esto. Añadiendo a esto que la historia ocurrida en el año 1500 se narra en forma de Flashback, lo que aun puede llegar a complicar más. Pero en esta película pasa como en Las Horas, que tres historias aparentemente inconexas se van uniendo poco a poco hasta dar lugar a una secuencia final de unos 15-20 minutos muy emocionante.

Es una película muy recomendable, pero solo para aquellos que miran al mundo con ojos de artista, para aquellos que sean grandes soñadores y sobretodo crean en una palabra de cuatro letras de la que cada vez más cuesta hablar: AMOR.

1 comentario:

Sidel dijo...

No había orido nada sobre esta pelicula, ya me has picado la curiosidad!