Ayer fue una reunión curiosa, la de los butaneros.
Habitualmente no suelo salir los sábados, no porque no quiera sino habitualmente por falta de planes, pero ayer después de mucho tiempo volví a salir uno por una curiosa reunión que tenia lugar, para explicaros esto tenemos que hacer un pequeño viaje en el tiempo a hace 3 años, cuando tenia más pelo, 7-8 kilos de más respecto ahora y era un chavalin con ganas de acabar el instituto para entrar con muchas ganas a la Universidad, es decir, al tiempo de la foto de arriba.
Durante este tiempo se celebraban los sábados las llamadas "Reuniones de Butaneros", consistentes en un botellón en el parque pero poniéndole nombre más guay parecía algo más divertido, lo de butaneros nunca entenderé porque, supongo que porque iban cargados con las garrafas.
Ahora volvamos al presente, hace un par de semanas recibí un mail masivo de un antiguo compañero del instituto diciendo que iba a haber una reunión de butaneros ayer, día 29 de Septiembre. La idea de un botellón y más a mi edad, me apetecía poco pero no se, me dio por ir porque quería volver a ver a gente que hacia años que no me encontraba y quien sabe si usar esto para recobrar alguna amistad perdida en los últimos años por los cambios de vida.
Fue agradable poder volver a ver a gente como Carol, Jano, Chory, Ismael, Carla, Mario, Guillermo, Elena, Jorge, Saul, Anoro o Nacho, pero jo si se nota lo viejos que nos estamos haciendo todos. Esto principalmente se notaba a la hora de beber, gente que recuerdo le daba mucho a la bebida en los tiempos de instituto ahora simplemente se limitaban a tomar Nestea o a beber con moderación, por supuesto sigue habiendo gente que no, jeje, pero si que se notaba la responsabilidad entre muchos, no propia de cuando teníamos 16 años.
Por otra parte, era la 01:00 y empezaba a ver a todo el mundo bostezar, y a la hora de irse (sobre las 01:30-02:00), en lugar de ir a un bar mucha gente prefirió irse a casa a descansar. Esta escena en los tiempos del Goya, hubiera sido imposible, jejeje.
No se, la noche de ayer fue una experiencia extraña, por una parte me alegre de poder volver a ver a gente a la que les había perdido el rastro, por otra me sentí viejo que no mayor. Nótese la diferencia: el viejo es cuando te haces mayor y notas que hay cosas en tu vida que no estas haciendo. Yo siempre digo: todo el mundo ha de hacerse mayor, pero nadie quiere hacerse viejo.
Y también me dio pena (y alegría ajena) el hecho de ver que todo el mundo ha construido su vida, muchos de ellos con novio o novia, nuevas amistades, nuevas vidas, unos objetivos claros en esta, lo que hace evidentemente que la reunión de ayer muy posiblemente a mi pesar se quede en algo muy inusual y que tal vez pasen otros tres años hasta que nos volvamos a ver, por lo que el objetivo de recobrar amistades supongo que se esfuma con el viento.
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