El sábado tome una decisión importante: comprarme un cuaderno Papyrus de 80 páginas de color rojo. La razón es que creo que va a ser una buena forma de que me concentre en mi guión, en sacar alguna idea adelante e ir desarrollando historias, porque continuamente me vienen pequeñas ideas, situaciones, y momentos pero que no apunto y acumulo en mi cerebro haciendo un batiburrillo que nadie entiende.
Además, una vez una persona me dijo "Si quieres escribir un guión, deberas de planificarte un tiempo para hacerlo" y es que por desgracia, en esto del arte las cosas no funcionan así, hay que escribir cuando llega la inspiración y eso puede ser cuando estas en el baño o cuando te despiertas sobresaltado a las 4 de la mañana.
Quiero decir, que la compra del cuaderno esta dando buenos resultados, este fin de semana he completado los tratamientos de lo que eran tres historias que rondaban por mi mente y eso que una de ellas la había dejado a medias el verano de 2006, así que ya veis lo frustrado que estaba para escribir. Sin embargo, he cambiado mucho ultimamente como persona y me he dado cuenta de que tengo que escribir con mi propia arcilla, de que tengo que esperar a sentir las palabras que quiero poner.
Y a lo que me refiero con mi propia arcilla es que creo que debo de pedir una disculpa por anticipado si alguien se ofende por algo cuando algo de lo que escriba salga adelante, porque todas las historias tienen matices biográficos, por supuesto, hay ficción por medio y algunas cosas no son como son en la vida real. Por ejemplo, a un amigo mio lo he puesto como una persona un poco mala en la historia y realmente no se lo merece, pero, lo necesito para reforzar la carga dramática, así que sorry, jejeje.
Muy posiblemente creo que cuando estrene la historia que sea, mucha gente se quede pensando ¿Y esa no es...? ¿Y eso no fue una cosa que paso tal día? ¿Y eso paso de verdad? Así que temed amigos, familiares, conocidos y porque no, también desconocidos, porque en cualquier momento puedo sacar mi cuaderno rojo y que vuestra existencia quede plasmada en celuloide, o en una cinta HD más bien xD.
De momento solo anunciare los títulos de estas tres historias, o por lo menos los provisionales: "Gracias", "Frio" y "Amigos pero enemigos".
Finalmente para los que nunca habéis tenido que escribir algo, los que nunca escribís un guión, un libro, un cuento, un relato, un poema, o cualquier cosa, en fin, los que no tenéis vena artística. Os diré que esto es muy chungo y como tal vez es difícil expresar lo complicado que es os dejo con un fragmento de la pelicula El Tigre y la Nieve de Roberto Benigni donde se explica muy bien lo que significa escribir, dibujar, hacer una película o cualquier otra manifestación artística. Me encanta este momento de la película.
-Papa ¿Por qué te hiciste poeta?
-Yo era un niño de 8 ó 9 años –dice el padre- y jugaba en el campo, donde vivía con mi madre. De pronto un pajarito amarillo se posó sobre mi hombro. Se quedó quieto, inmóvil y con el pico parecía que me sonreía. Luego echó a volar. Quedé impresionado ante tanta belleza. Fui corriendo, gritando, hacia mi madre. Ella estaba tendiendo la ropa ¡Mamá, mamá! –le grité- ¡Un pájaro se ha posado sobre mi hombro! ¡Me ha sonreído!
-¿Qué ocurre? –preguntó asustada, dejando de tender la ropa.
-¡Un pájaro! ¡Un pájaro se ha posado sobre mi hombro! ¡Me ha sonreído!
-Ah, bueno – dijo a la vez que dejaba de mirarme, de escucharme y seguía tendiendo la ropa- Pensé que te había pasado algo.
-Entonces miré a mi madre y sentí una pena increíble. No es que mi madre fuera mala persona y no me entendiera. Sino que yo no había sabido explicarme, encontrar las palabras exactas para describir ese momento. Fue entonces cuando decidí hacerme poeta. Para poder explicar momentos como ese.
Y esa es la dificultad que encuentro al escribir, que quiero contar como se me poso el pájaro en el hombro, pero no consigues las palabras para expresarlo.