Cuida por donde vas, porque en cualquier lugar te puedes encontrar a un profesor.
Se que muchos estaréis esperando un articulo sobre el momento en que la gravedad me fallo para echarme agua en el vaso o sobre la camarera de Il Pastificcio, pero no lo voy a hacer, dejare que el destino siga su curso y la casualidad nos reuna en otro momento. Entonces podra ser más interesante cualquier cosa que escriba.
Voy a hablar sobre la vida secreta de los profesores, gente a la que como siempre solo llamare con su nombre e inicial del primer apellido para mantener el anonimato en Google. Hace no mucho contaba lo del clásico ejemplo de intentar averiguar la vida de un profesor, si tienen vida más allá de su profesión y este fin de semana he encontrado pruebas de ello.
La más alucinante: ayer, tras la cena de clase, acabamos en el conocido bar de El Casco: El Jardín del Temple, donde estaba Julio M, si, ese que nos ha suspendido a todos física una o más veces, ahí estaba, un Viernes a las 3 de la mañana con sus amigotes. Que pena que no estuviera bailando, hubiera sido digno de sacar los moviles y fusilarle a fotos.
Hoy voy al Salón del Comic que se ha organizado en Zaragoza, y menuda sorpresa al girar la cabeza y ver a Yolanda V. de la que reconozco me he escondido por temor a que me preguntara por si ya había cambiado el diseño de la Base de Datos. ¿Qué haría en un lugar como este? ¿Es lectora de comics? ¿Compra figuritas? No consigo verle el perfil.
Finalmente acabo en el caracol, y me encuentro de casualidad a Juan con quien entro a una tienda de videojuegos para saludar a Sergio, otro compañero de nuestra clase. Allá Sergio nos cuenta como el día anterior tuvo una visita de un profesor que buscaba un chip de la Play, el profesor en cuestión es Eduardo P, ya sabéis, el de que el 8086 y el Motorolla es como el Barca y el Madrid.
Y vale, me imagino perfectamente a Eduardo P. en su casa jugando al Singstar, pero hay un profesor del que no me podía esperar que también matara marcianitos en sus ratos libres y Sergio va y nos confirma su aparición hará tiempo por la tienda en busca de también un chip. Hablo nada más y nada menos que de Carmelo C.
A estas alturas del post muchos de vosotros posiblemente ya estéis asustados y sorprendidos, y es que nunca puedes saber en que momento va a aparecerte un profesor a la vuelta de la esquina, cuando vayas a comprar el pan o en el autobus. Yo después de mis dos recientes encuentros en días consecutivos, tengo miedo de salir a la calle.
1 comentario:
Dios mío, que información más reveladora... Yo también tuve un encuentro cómico con la flor y nata del profesorado cepesiano en el Casco (un tal Angel Antonio B. compañero de fatigas de Julio M)
Y el resto... Me acabo de imaginar a V de Vendetta disfrazada de Cosplay, al señor "chana con chana, juana con juana" retando a una partida de Wii a Mr. Carmelo mientras éste recita: "Es mi video consola, es mi video consola"
Y si... ahora mismo yo también tengo miedo de salir a la calle, ;-)
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