Hoy ha sido una tarde extraña, demasiada navidad para un día.
No se si todo el mundo tiene un lugar donde va a pensar, a algunos artistas como guionistas, directores o músicos si que les he oído hablar de ello. Por lo que no se si es algo propio de los "bohemios" o de cualquier persona. Yo tengo mi lugar, desde hace no mucho tiempo, pero lo tengo, realmente no es un lugar, son DOS muy cercanos y un pequeño recorrido entre ellos.
Evidentemente no voy a decir donde es, perdería todo su encanto. Pero para mi es un lugar lleno de magia o más bien lo era porque siento como si fuera la luz de una vela que se va apagando. Se pierde la magia del lugar, hace frio, las hojas de los arboles han caído. El tiempo ha cambiado :-(.
Hoy he tenido la necesidad de ir de nuevo ahí y al final me he encontrado con una tarde que no me esperaba. Para empezar he entrado en la Fnac porque tenia que mirar un dvd y curiosamente quien estaba vendiendo ahí dvds...¡Aitor! El chaval al que le pegue una paliza la ultima vez que nos vimos, bueno, en un cortometraje, le sonaba pero no me conseguía reconocer, lo que hace el quitarse la perilla.
Estaba en el mismo lugar que mi hermano hace un par de años cuando trabajaba en la Fnac, el mismo asiento, el mismo chaleco, la misma sección. Es irónico que haya conocido al que iba a ocupar la plaza que dejo mi hermano tiempo atrás.
He salido y seguido mi andadura por calle Alfonso y he visto personas con escaleras subidas hacia las cajas de control de las luces de Navidad y una plaza del Pilar al fondo totalmente oscuras. Entre aplausos he conseguido entender que pasaba. Era el momento del encendido de las luces. Es curioso, 21 años en esta ciudad y nunca lo había visto.
Y ahí estaba Belloc, hablando a los medios de comunicación mientras la Calle Alfonso se iluminaba y tras ello, en la misma plaza ha empezado un espectáculo de villancicos con coro. Demasiado navideño, y me he ido a mi lugar (...) al volver he caminado por Independencia por delante de la CAI cuando he escuchado al otro lado un violín, lo que me ha hecho sentir la necesidad de cruzar la acera. Y ahí estaba, una violinista tocando el "Por ti volare" de Bocelli, justo lo que decía hace unos días :-).
Me he quedado un rato escuchando mientras veía a todo el mundo pasar de largo y cuando me he ido, oh, sorpresa, Independencia se había iluminado también.
Luces, villancicos, una violinista tocando el "Por ti volare" e Independencia iluminada.
Demasiada Navidad para mi corazón...
No hay comentarios:
Publicar un comentario