El libro de los secretos

Una secuela esperada aunque con unos resultados no tan esperados.
Aviso: va a haber spoilers.

Hace ya tres años llego a los cines National Treasure (La Búsqueda para los hispanoparlantes). Era una película a la sombra de la entonces popular y de estética similar: El Código Da Vinci. Sin embargo, fue una grata sorpresa, una película de aventuras como no se había hecho en mucho tiempo y por supuesto cien mil veces mejor que la basada en la novela de Dan Brown.

Ahora este titulo llega con una secuela y ha pasado lo que no tendría que haber pasado, se ha quedado a medio gas. La película no es mala, es entretenida, pero es bastante más irregular que la anterior. De hecho, debido a la fama que tuvo lo de robar la declaración de Independencia en la primera entrega, aquí intentan cada vez realizar algo más imposible para sorprender al espectador.

Y lo que realmente sucede es que no te lo acabas creyendo, ejemplo de esto es entrar al despacho de la Reina en Buckingham Palace, al despacho oval, secuestrar al presidente de los EEUU o cosas por el estilo. Lo que además resulta chocante, porque cuando se dan cuenta de que tienen que entrar al despacho oval los personajes están aterrados, sin embargo, 10 minutos antes estaban en el Buckingham Palace como Pedro por su casa... ¿Hola?

Y siguiendo con cosas increíbles. El libro de los secretos es un diario en el que escriben los presidentes de EE.UU. desde hace años, ahí se recogen los mayores secretos de la nación como el asesinato de Kennedy, el Area 51 o los minutos que faltan de las grabaciones del escandalo Watergate. Cada presidente elige donde guardar este libro y el actual es tan tonto que lo guarda en ¡¡¡Una biblioteca de acceso público!!!

Vale, bien, esta escondido en un compartimento secreto, pero no seria más lógico que este libro lo tuviera el propio presidente, o es que va una vez al mes a la biblioteca a escribir en él. Incomprensible. Sólo faltaba que al abrir el libro tuviera el típico papelote de cuando lo han devuelto por última vez xD.

Como anécdota de la película, me gustaría saber quien es el friki de Alias que ha escrito esto. Ya que la película se deja una trama abierta para una tercera entrega. El presidente le pide a Nicolas Cage que se fije en la página 47 del diario. ¿Hola? Página 47, Milo Rambaldi y compañía, jaja. Seguro que tienen un dibujo de Sidney Bristow en esa página. El film concluye sin aclarar lo que hay en dicha página, como digo, MacGuffin para la tercera entrega.

Finalizo la crítica diciendo que ni voy a recomendar ni no que vayáis a verla. Más que nada porque no tiene sentido, si habéis visto la primera os habrá encantado y queréis sin duda ver esta entrega, independientemente de lo que diga o deje de decir. Sólo espero que os guste un poco más que a mi.