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Se dice que en esa época hubo cientos de suicidios tras escuchar esa canción, supuestamente, tenía el poder de hipnotizar a los amantes afligidos, que tras escucharla se precipitaban hacia la ventana abierta que tuvieran más cerca. Tal fue su leyenda que cuando se lanzó en EE.UU. llego con el sobrenombre "La canción húngara del suicidio".
Posiblemente esta historia tenga tantos toques de ficción como de pura realidad, pero también es sabido que cualquier persona cuando pinta, escribe o actúa tiene que conseguir expresar una fuerza sentimental descomunal. ¿Alguien puede pintar un cuadro y que le duela el solo hecho de verlo? ¿Alguien puede escribir un libro como si la tinta fueran sus lágrimas? ¿Se puede llegar a expresar tal carga emocional como para no poder soportarla más?
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