sábado, 27 de octubre de 2007

Enamorarse de una estrella

Esto es Stardust.

Hacia que no iba al cine mogollón y de repente me ha tocado ir dos días seguidos, Stardust y Saw IV, hoy toca hablar de la primera. Saw lo dejo para otro rato con el estomago más vacio.

Tenia curiosidad por Stardust, porque la historia estaba basada en una novela de Neil Gaiman, un escritor de ciencia ficción también muy conocido por sus grandes trabajos en el mundo del comic. Además mi hermano había conseguido dos entradas para un pre-estreno el jueves en Augusta, lo que a pesar de significar que llevaba desde las 6:45 despierto y que al día siguiente tenia que despertarme a la misma hora teniendo en cuenta que llegaría a casa sobre las 2 de la mañana pues no parecía buena idea. Pero fui.

Esta película demuestra nuevamente la resaca del Señor de los anillos, que hace que todos los años (más cuanto más se acerca la Navidad) se llenen las carteleras de productos sucedáneos de la Tierra Media donde hasta muchas veces se copian tramas y los clásicos planos aéreos paisajisticos del Sr. Jackson. Vamos, lo mismo que paso con Matrix, que estuvimos comiendo Matrix media década y aun seguimos haciéndolo con alguna cosa como Ultraviolet.

Pero si Eragón por ejemplo se quedo con un resultado patatero, aquí tenemos un genio escribiendo y eso hace que se salve la película. La historia es la siguiente: Tristan lleva toda su vida enamorado de una chica que no le hace ni caso, sin embargo, una noche consigue convencerla de hacer un picnic, entonces ven caer una estrella y ella le acepta un reto, si consigue en menos de una semana traerle la estrella se casara con él.

Tristan empieza una aventura en la que descubre que la estrella es una chica preciosa, donde unas brujas van buscando a la chica porque el corazón de una estrella les devolverá su juventud, donde los cielos son surcados por unos piratas cazadores de rayos y donde los descendientes del Rey se van matando entre ellos con el solo fin de encontrar una esmeralda que lleva la chica y que aquel que posea se convertirá en el heredero de la corona.

Como veis, muchas historias que se entrecruzan entre ellas lo que le da un toque muy dinámico a la película, además de todo esto, tenemos un protagonista Tristán que sufre una transformación a lo largo del film, una maduración que le hará irse superándose poco a poco. Y si a esto le añadimos una historia de amor y grandes dosis de humor entre las que destaco las escenas del travestismo de Robert de Niro ¿Qué tenemos como resultado? ¡Stardust!

Id a verla, merece la pena.

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