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Fago ¿Una película inmoral?
Tve1 ayer estrenó y no sin polémica una miniserie de tres episodios sobre el crimen de Fago. Aunque la calidad del producto es bastante mala, es un telefilm a fin de cuentas, esto no es novedad, ya que hace poco también se emitió una película sobre el asesino llamado "El Solitario".

Estas películas provocan que la gente hable sobre morbo y sobre la idea que tienen algunos cineastas de explotar el sufrimiento de victimas de tragedias reales para obtener beneficio económico.

Realmente, parte de esto es cierto. Pero hay una parte que se olvida, y es la capacidad que tiene el cine para inmortalizar la historia y muchos eventos históricos o dramas ocurridos en la vida real serán recordados para siempre gracias a la existencia de una película. Y una de las labores que tiene el cine es ser capaz de imortalizar momentos.

Es el caso de múltiples películas como "Salvador" que narra la historia de Puig Antich, "Mar Adentro" y la famosa eutanasia de Ramón Sampedro, "El septimo dia" que habla sobre el crimen de Puerto Urraco y muchas otras como "El lobo" o "GAL" que hablan sobre ETA. Algunas buenas, otras malas, como siempre, pero lo que tienen en común es que merece la pena contar esa historia.

Igual pasa en el cine americano, donde hemos visto películas sobre el 11S. Y aunque salen basuras como "World Trade Center", encontramos obras maestras como "United 93" que merecen mucho la pena.

Y es que aunque esto antes en España parecía estar prohibido, cada vez es más habitual y muchos directores se están apuntando a hacer películas basadas en historias reales. Porque además, tenemos un país ideal para ello, hay miles de historias muy interesantes y que un gran público desconoce. Por ejemplo: las bombas nucleares que casi detonan en nuestro país en Palomares, el incendio del hotel Corona de Aragón en Zaragoza, la casa del Duende, el asesinato de Miguel Ángel Blanco o el propio 11M.

Por ejemplo, tragedias como el 11M nunca han de ser olvidadas, y los que la hemos vivido nunca lo olvidaremos, pero las generaciones que nazcan ahora lo leerán en libros de historia y poco a poco puede que apenas se haga referencia a ello. Siempre se ha dicho que para avanzar en el futuro hay que conocer la historia. Demos a los cineastas la oportunidad y libertad de contar cualquier historia y dejemos así que sobrevivan al tiempo.