El Messenger, un mal amigo

Hoy voy a hablar de un programa que invento el demonio: MSN Messenger.

Vivimos en la sociedad de las comunicaciones. Desde hace años Internet ha pasado de ser una curiosidad a parte de nuestra forma de vida y con ello ha llegado el Messenger, un programa muy útil para charlar con contactos conocidos pero a la vez una herramienta peligrosa.

Y digo peligrosa, porque el Messenger no tiene tono ni voz, el teléfono por ejemplo permite modular la voz y no dudarías nunca de si una persona esta alegre, triste o enfadada. Sin embargo por messenger esto es difícil de captar, ante la pregunta "¿Que tal?" con la clásica respuesta "bien" puedes estar diciendo cien mil cosas. No es lo mismo un bien con una sonrisa en la cara, que un bien suspirando, o con voz tímida. La mensajeria instantanea elimina por completo el tono.

Otro medio de comunicación practicamente en desuso, es la carta. En este tampoco hay tono, pero permite expresar todo con una mayor claridad, debido a que sabes que no vas a ser interrumpido durante la escritura ni la lectura. Messenger no, aunque en algo si que se parece a la carta y es la capacidad de lanzar la información y olvidarte de ella. Me explico, cuando alguien antes enviaba una carta, llegaba al buzón, cerraba los ojos, la echaba y se acabo. Si en esa carta iba algo importante, algo personal, se acabo, ya esta en un buzón y va a llegar a su destinatario en un par de días.

En el messenger pasa lo mismo, tu escribes algo y con solo pulsar una tecla sabes que se va enviar, es como cuando compras algo por internet, metes los números de la VISA y le das a aceptar cerrando los ojos. Este nuevo medio de comunicación nos va haciendo emocionalmente fríos, porque parece como si todo por messenger fuera más fácil de decir.

Y es que, creo que a todos nos ha pasado alguna vez el utilizar el messenger para decir cosas que no nos atreveriamos en persona, o el estar toda una tarde con una persona y que no sea capaz de decirte algo, y recurrir a la noche a la mensajería instantánea para ello. Al final, un día se nos olvidara hablar, y sera una pena, porque ya se nos olvida expresarnos muchas veces.

Creo que todos, incluido yo (aunque ya no tanto), deberíamos de dejar de usar el messenger para hablar de lo que no nos atrevemos a decir en persona y evitar mantener conversaciones importantes con este medio porque al perder el tono, perdemos las emociones, y esto puede dar lugar a malentendidos. ¿A quien no le ha pasado por ejemplo que le ha dado la sensación de que el otro interlocutor esta enfadado mientras esta hablando normal?

Y aprovecho finalmente este post para pedir perdón, perdón a aquellas personas con las que alguna vez haya tenido malentendidos por el uso de la mensajería instantánea y que hayan servido para dar lugar a conclusiones erróneas. Para todos ellos, un perdón y especialmente para una persona que es por la que he escrito este post precisamente hoy, una persona que dudo que lea esta entrada o que si lo hace aun menos creo que de señales de su lectura.

Pero como viene siendo habitual, sentía que tenia que escribir este texto, y a fin de cuentas, eso es Alberto's Creek. Un lugar donde escribo todo lo que siento y siento todo lo que escribo.