sábado, 19 de enero de 2008

Los crimenes de Oxford

La historia de un hobbit metido al CSI.
Alex de la Iglesia vuelve a la carga y con una producción internacional con actores de gran cache como Elijah Wood o Jon Hurt, indudablemente tenia que ir a ver esta película. Voy a comentarla destripando todo el misterio, así que avisado quedas si no quieres saber como se resuelve toda la trama.

La película se queda en el nivel de entretenida, no llega a ser una gran película sobre investigación criminal o suspense, pero ni aburre, ni cansa. Tampoco es la gran película de Alex de la Iglesia quien lleva tiempo haciendo películas entretenidas pero no consigue alcanzar sus grandes obras como son La Comunidad o El día de la Bestia. Por tanto, Los Crímenes de Oxford es la película que podría haberse convertido en el GRAN film de Alex de la Iglesia y simplemente es un trabajo más en su carrera cinematográfica.

En esta película, no se quien se ha copiado de quien, dado que esto esta basado en una novela, pero tiene el espíritu de la serie Numbers, la idea de que aplicando el método matemático en la resolución de crímenes puedes llegar a resolver los casos.

El mayor problema de Los crímenes de Oxford... y ahora es cuando vienen los spoilers, es que la trama esta muy pillada por los pelos porque no hay un asesino, simplemente hay una serie de sucesos y eventos encadenados que hacen que de la sensación de existencia de un asesino en serie que es imaginario. Podría haber sido un vuelco muy bueno a la película, el estar todo el film intentando descubrir quien es el asesino y finalmente enterarte de que este no existe. Sin embargo cuando John Hurt sale contando como ha sido todo, no convence, y joer, eso que es John Hurt quien te lo dice xD. Yo no salí convencido de la película, como si no me creyera lo que me acababan de decir.

Llama mucho la atención ver a Hurt vestido de Guy Fawkes y celebrando el 5 de Noviembre, cuando no hace mucho estaba por V de Vendetta intentando detener a un tipo con la máscara de Fawkes. Aunque sin duda lo que más llama la atención del film, es la famosa escena de los spaguetties de Leonor Watling de la que tengo seguro, se hablara mucho.

Por supuesto, la película tiene la firma de De la Iglesia, y aunque es un poco más convencional que otras películas anteriores. No faltan las deformidades, los tarados, los mutilados y los niños con síndrome de down.

En definitiva, otra "800 balas".

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