sábado, 5 de enero de 2008

Crónica de una depresión anunciada

Amigos aspirantes a Erasmus, os recomiendo encarecidamente la lectura de este artículo.

Faltan 8 meses para la operación que yo denomino "El exilio". Se trata de mi exilio de Zaragoza en busca de un lugar mejor bajo el nombre de "Estudiante de Erasmus". De vez en cuando dedico alguna de mis noches a mirar información sobre los destinos que circulan por mi cabeza, en una de estas búsquedas he encontrado algo muy curioso, un artículo del que recomiendo su lectura a todos los que vayáis a iniciar este viaje:

http://www.cafebabel.com/es/article.asp?T=T&Id=12838

Habla sobre el síndrome post-erasmus, algo que sufriré dentro de unos 18 meses por tanto, es lo que sufren los estudiantes al volver, una depresión al ver que su vida vuelve a una rutina que no pueden aguantar. Las experiencias de la gente dicen que su casa les parece cutre, su ciudad fría, la facultad horrible, sus amigos inútiles.

En casa todo se vuelve demasiado simple y vacío. Al volver a casa, todo es exactamente igual, pero algo en el interior ha cambiado. Los estudiantes post-erasmus acaban con la mirada perdida y la mente llena de recuerdos nostálgicos. Se acaban volviendo extranjeros en su propio país.

Curioso, muy curioso. ¿Seguro que hay que haberse ido de Erasmus para tener estos síntomas? Yo me parece que ya tengo bastantes y antes de haber iniciado el viaje xD.

Bueno, pues chavales, ya sabéis, que vais a volver super-hiper-mega-deprimidos, así que no vayáis de Erasmus y así me dejáis la plaza a mi. ¿No cuela, verdad? Jo...

2 comentarios:

Adriwankenobi dijo...

Pues no se que decir, porque esto yo ya lo he vivido. Y son ciertas las dos caras de la moneda. ¿Repetiré este año multiplicado x100? Seguramente. ¿Volveré a deprimirme? Seguramente. Masoca que es uno.

Alberto dijo...

Yo como sabes no lo he vivido, los del MEC no me quieren como a algunos de vosotros (grrrr :-P)

Peeero... si que siento muchas veces como que ya he vuelto de Erasmus, algunos de los sintomas comentados ya los he vivido y sigo viviendo.

¿Seguro que hay que irse un año fuera para tener esa depresión?

Habra que ir preparando las maletas, a ser masocas! :-)