
Derry es una ciudad que realmente no tiene nada especial, lo único que destacaría es que todo el centro esta amurallado y que la cerveza es muy barata con el actual cambio pound-euro. Por ello sólo pondré una foto y seguiré el viaje.
Poco después de visitar Derry, dejábamos United Kingdom, e Irlanda nos daba la bienvenida con una lluvia torrencial. Fue increíble ver como dos minutos después de pasar la frontera el cielo azulado se convirtió en tormenta.
La siguiente parada, al principio se convirtió en mala idea. La razón es que en lugar de ir directos de Derry a Sligo, se nos ocurrió entrar en el condado de Donegal para visitar Sliege League, los acantilados más altos de toda Europa. ¿Por qué fue una mala idea? Porque en Irlanda hay cuatro tipo de carreteras, las que empiezan por N que son bastante buenas, las que empiezan por A, secundarias, que no están mal. Las que empiezan por R, regionales que empiezan a ser caminos de cabra y en el ultimo puesto de la escala: lo peor de lo peor, las de cabras que no tienen ni nombre, ni letra.
Pues bien, la carretera hacia estos cliffs, se va convirtiendo de N a A, de A a R, de R a camino de cabras y de camino de cabras a barrizal. Y encima la distancia que parecía pequeñisima en el mapa, se acabaron convirtiendo en unos 50 kilómetros.
Llegamos a un punto donde creíamos que no podíamos llegar, un camino lleno de barro, con una valla metálica para cortar el paso y que tenias que abrir bajando del coche y unos metros más adelante un terreno en obras con conos de señalización arrastradas por el viento y maquinaria abandonada. Parecía como si alguien hubiera intentado construir aquí y la naturaleza no lo hubiera permitido. Todo esto unido a unas rachas de viento que te tiraban al suelo, no te dejaban respirar, y que me dejó toda la piel roja.



Por supuesto, en el camino, no nos olvidamos de visitar alguna playa. Aunque esta vez sin entrar con el coche en la arena.


Sin embargo, no habrá día cinco en este artículo, ya que el último trayecto Galway-Cork, lo hicimos en modo non-stop para llegar lo antes posible a casa y porque el interés turístico de esta área carecía de relevancia a estas alturas tras haberlo visitado tantas veces desde el sur de Irlanda.
La vuelta a toda Irlanda había sido completada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario