Hit the road, hit the hills - Day 2

¡Buenos días! Ups, o no tan buenos.

Amanece en Belfast, y la mañana empieza con una emocionante aventura. Al llegar al coche, alguien ha lanzado una botella por el cristal, roto la ventana y robado el GPS. Mala idea fue esa de dejar el coche aparcado en la calle y más al lado de un muro con alambre de espino, y teniendo en cuenta que el coche tiene el volante en el lado contrario y matriculación en Alemania. Vamos, que llama la atención desde 5 km antes.

Nos repartimos las tareas. Los alemanes se van a la comisaria de policía a denunciar el robo y hacer un informe para el seguro. Y los españoles nos quedamos junto al coche custodiandolo y jugando a las cartas (que para eso somos buenos españoles). Encima de nosotros, el helicóptero de policía no para de patrullar, lo que unido al alambre de espino y al robo. Nos hace sentir una total "Belfast experience".

Finalmente, los alemanes vienen con la policía y nos vamos todos a un taller mecánico a reparar el coche. Sorprendentemente, a las 13h, todo esta arreglado.

Lilli y Manu esperando en el taller

Esta situación nos permite poder disfrutar aún del día en Belfast, de visitar la ciudad, y por supuesto de dejar el coche en un parking esta vez. Y con el centro ya visitado de la noche anterior, nos vamos a la zona aun más chunga y aquí es cuando viene una breve historia sobre el Ulster.

Belfast tiene dos calles paralelas que salen desde el centro, una es la católica y la otra es la protestante. Así que en medio de las dos calles era toda la zona de ostias, donde una bala te podía dar en la cabeza y donde los tanques paseaban como coches. Increíble, pero cierto, y esto era hace poco más de diez años. Ahora creo que es el sitio más representativo de la ciudad y es muy interesante ir a una de las calles y cruzar a la otra por en medio, viendo todas las alambradas que aun quedan, las enormes verjas que ahora están abiertas y llegando hasta el ahora llamado Muro de la paz, un lugar de increíbles graffities sobre la situación política en el mundo.

Entre todos los graffities hay uno que destaca para mi. Pone "Not Spain. Not France" en el pie de la pintura. Ya os podéis imaginar quienes son...

Y bueno, para poco más da Belfast, visitamos Victoria Centre, un centro comercial bastante chulo y que tiene un área para subir arriba del todo y contemplar todo Belfast.


Y los jardines botánicos, más alejados del centro, pero a los que se puede llegar con un pequeño paseo.
Y por supuesto, por la noche, a otro pub. Donde descubro una de las cosas más extrañas que todavía sigo sin entender, la Bulmers en UK se llama Magners, sin embargo, si pides una Bulmers te dan una sidra que no es Bulmers. Vaya jaleo que llevan estos del norte.

La segunda noche en Belfast es terrible. Decidimos repetir habitación al ver que pasamos tan buena primera noche en una habitación de 18, siendo tan sólo 5. Sin embargo, hoy es viernes, el hostel esta más lleno y la habitación casi completa. Todos dormimos poco, no se si por la gorda roncando, los adolescentes follando en una de las camas o el italiano de mi izquierda susurrandoles todo el rato "porca madonna".