miércoles, 3 de diciembre de 2008

He roto la cadena de seis grados

De todas las coincidencias que me habían pasado en la vida, sin duda la de Paula es la más impresionante. Es tan impresionante que va directa a mi blog.

¿Recordáis la teoría de los seis grados? Esa teoría que dice que cualquier dos personas del mundo están conectadas por una cadena de un máximo de seis personas y que por tanto, aunque lo intentaras, nadie es demasiado tiempo una isla. Pues bien, acabo de romper esa cadena por todos los lados con esta increíble casualidad.

Hace unos días, contacta conmigo vía Facebook, una chica llamada Paula y que esta viviendo en una casa en mitad de la nada a 20 minutos en coche de Cork. En esta casa tiene un contrato para cuidar niños hasta Junio y tras dos semanas empieza a plantearse buscar a gente para poderse crear una vida social en Irlanda, vamos, lo mismo que hacemos todos los erasmus desde el primer día.

Por ello, me localiza a través del grupo de Erasmus en Cork del Facebook, y me agrega sorprendida al ver que tenemos una amiga en común, una chica que resulta ser una antigua compañera mía del instituto. Al ser los dos de Zaragoza, hasta aquí es más o menos normal.

La historia se vuelve más increible cuando descubres que prácticamente era amiga de media plantilla del instituto Goya, instituto en el que curse mis estudios, por lo que nuestros amigos en común pasan de ser uno a quizá veinte.

Pero aquí no acaba todo... el segundo apellido de la chica me suena, y es porque era el primero de una compañera de mi colegio. ¿Casualidad? Pues no, son primas.

Y seguimos la conversación...
- ¿Qué estudias?
- Ingeniería Informática...
- ¿No conocerás a Jorge?
- Pues si, fue mi compañero de prácticas durante dos años
- Fuimos juntos al colegio

Pero aquí no acaba todo, cuando descubrimos que conoce a la srta. Nottingham por un viaje en interrail que hicieron juntas hace un par de años. Rebusco entre la carpeta de mis archivos recibidos, lugar donde reposan todos los ficheros y basurillas que me pasáis por messenger, y ahí están, fotos de ese interrail, donde aparece Paula.

¿Quién me iba a decir a mi que cuando me pasaron esa foto vería a alguien a quien conocería dos años después en Irlanda? Si no nos conocíamos antes, es únicamente por casualidad.

Y es que el conocer a tanta gente en común, hace que aunque no nos hayamos conocido en persona hasta ahora. Tenga más la sensación de que una amistad ha venido a visitarme desde Zaragoza, en lugar de que haya quedado con una persona que vive a unos pocos kilómetros de aquí.

1 comentario:

z i l a b i t s e dijo...

:-o
Ya sabíamos que Zaragoza era pequeño...

¡¡ Pero no que una vez que te vas hasta Cork... te encuentres con una chica de cadena de 3. Digo... de muchas cadenas de 3.

Y no es que conozcamos a todas las personas de nuestra edad en una cadena de 6... ni tampoco a todas en una cadena de 2... Pero a mucha gente la conocemos a través muuuchas y diferentes cadenas pequeñas de 3 o 4

:-)

¡Saludos para los dos!