Quedadas imposibles

Una reunión que nunca será posible

Hace mucho mucho tiempo, había un niño con pelo liso, raya a un lado, grandes mofletes y que buscaba un vestido de marinero para hacer la comunión. Ese niño comenzaba lo que creía iba a ser su futuro, el de actor, mientras pasaba sus mejores años en un colegio público de primaria.

Sin embargo, el colegio acabo, los años pasaron, y esos recuerdos se fueron poco a poco oscureciendo por otros no tan perfectos e incluso desagradables. El niño se había vuelto adulto. Pero el cuento no acabo aquí, un día empezó a escuchar noticias sobre una posible cena con sus antiguos compañeros de colegio. El asunto no llegaba nunca a buen puerto, el mayor problema era siempre la perdida de comunicación entre los que compartieron con dicho niño esa infancia.

Y el joven ya de 21 años entonces, cogió un día su maleta y se largo de erasmus a Irlanda por 9 meses, tiempo en el que alguien tuvo una gran idea para intentar re-establecer el contacto entre todos. Subir una foto al tuenti del colegio y etiquetar a todo el mundo para acordar una fecha para dicha cena.

Muchas fechas surgieron, sin embargo, siempre se postponía porque había gente que no podía. Al final, alguien dio con una fecha posible: 27 de Junio de 2009. El joven de 22 años regreso de Irlanda pocas semanas antes esperando el reencuentro, sin embargo, algunos de los mismos que aprobaron la fecha, empezaron a decir que ahora no podían.

Nuestro protagonista, harto de tal situación y algo enfurecido decidió lanzar un mensaje a todos. "Quedemos este sábado. Los que podamos, aunque no seamos todos". Nadie respondió excepto los que lo hacían con negativa, y al final él lanzo otro mensaje "Esperaré diez minutos en el lugar y hora de encuentro que hemos hablado, espero que alguno aparezcáis".

Y así, el joven espero en la calle durante diez minutos, esperando a que alguien apareciera a pesar de saber que nadie lo iba a hacer. Y cuando el tiempo había pasado, volvió a su casa recordándose una valiosa lección que dijo no hace mucho "No hay que tener miedo a perder gente". Y es que todos sus antiguos compañeros de colegio, todos esos grandes momentos de la infancia, todo eso, lo había perdido y nunca podría recuperarlo.

Finalmente, el joven quisó relatar ese momento al llegar a su casa. Para ello, encendió su ordenador, y entro en su blog titulado "Alberto´s Creek" para plasmar todo en un post que quedaría para siempre...