Mucha gente posiblemente cuando venga a Irlanda y le pille un día de fuertes lluvias, volverá a casa diciendo "Vaya mierda, me estuvo todo el día lloviendo". Es cierto que cuando pasa esto, los viajes se ven un poco más limitados y acabas viendo menos sitios de los que querías, pero el ver la naturaleza desatada en un sitio tan espectacular como Killarney, es algo que merece la pena.Killarney es una localidad situada a 100 km de la ciudad de Cork. Este pueblecito es la puerta de entrada al Killarney´s natural park. Una reserva natural gigantesca, con lagos, una montaña del copón. En definitiva, un paraíso en la tierra.
El punto inicial de la visita es la típica casa victoriana, lugar que puedes visitar o no, pero que a mi personalmente es lo que carece de menor sentido ya que además hay que pagar por ello. Ya sabéis lo que significa casa victoriana, típica choza de varios pisos con grandes alcobas y donde han vivido varias generaciones de ricachones.
Terroristas palestinos vistos en KillarneyTras ello nos adentramos por bosques y caminos al lado del gran lago de Killarney y al fondo, la montaña. Una montaña a la cuál le falta la punta que sale retratada en los cuadros de la época y que por ello tiene asociado una leyenda. Uno de los habitantes de la casa victoriana, tuvo una batalla con el demonio. En esta pelea, el hombre acabo huyendo, y el demonio enfurecido arranco la cima de la montaña y se la lanzo para matarlo.
El demonio fallo y la cima cayó en mitad del lago de Killarney, ahora, se llama Innisfallen island.
Detrás de un Alberto empapado, se ve un poco la montaña.Pero antes de irse, hay que ver las cataratas de Killarney. Un impresionante "waterfall" que visto en fotos debe ser habitualmente más tranquilo, pero en un día como hoy es simplemente la mejor definición de "naturaleza desatada".
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