Una reflexión sobre algo que me gusta mucho: los regalos.
Estos días he estado buscando el regalo para mi hermano, su cumpleaños es el próximo lunes y lo reconozco, me encanta esto de los regalos y me gusta currarmelo. Con el regalo de mi hermano, aunque he tenido claro lo que comprarle me he tenido que patear bastantes tiendas de Zaragoza.
Yo ahora podré darle el mio antes de iniciar mi odisea, pero no se cuando el me dará el suyo al estar ubicado mi cumpleaños en Octubre (cuando estaré fuera). Pero esto de los regalos, me encanta y siempre me ha encantado, aunque te regalen una chorrada comprada en el todo a cien, el que alguien te aparezca con algo envuelto en papel de regalo, empieces a palparlo intentando averiguar que es y al final acabes rasgando el papel para confirmar tus sospechas. ¡Me encanta que me hagan regalos!, y como se lo que se siente, por eso a mi me encanta también hacerlos.
Una de las cosas que peor llevo cuando llega alguna fecha importante como cumpleaños o navidad, son las tardes en que te quedas sólo en casa. En esos días no paras de pensar: ¿Busco el regalo o no lo busco? Y es curioso, porque si decides buscarlo, emprendes una búsqueda en la que quieres no tener éxito. Es emocionante el hecho de estar buscando el regalo, revolviendo cajones y mirando en armarios, y por eso lo hago, pero si lo encuentras, prefieres no haber iniciado la búsqueda y más si llegas a identíficar que es el regalo, ya que cuando llega la fecha, pierde la emoción de abrirlo, la emoción del momento.
En mi casa, son poco propensos a los regalos. Mis padres siempre se intentan escaquear de ello con un "No sabemos que comprarte. Toma el dinero y comprate tu lo que quieras", pero siempre de una forma u otra consigo sacar algún regalo en lugar del billetazo que nunca me ha gustado. Además, como he dicho, yo siempre soy propenso a hacer regalos, cuando llegan cumpleaños, navidades o vengo de viaje, por lo que al final, mis familiares se ven un poco obligados a corresponderme con otro regalo.
A lo dicho, que esto de regalar y que te regalen cosas es muy bonito. Haced muchos regalos, da igual que sea algo caro o algo barato, no importa sin ha sido comprado en el corte inglés o hecho caseramente. Lo importante en un regalo es siempre la intención y siempre es mejor regalo aquel que viene cargado con un toque sentimental, que aquel que viene acompañado de muchos ceros en la tarjeta de crédito.
Y lo dice alguien, que le tiene mucho cariño al mejor regalo que le han hecho en su vida. A ella, mi querida Nina:
2 comentarios:
Hola Alberto!!
Que post tan bonito!! a mi también me encanta hacer y recibir regalos :) como dices es algo muy bonito...
Tiene razón, es mucho mejor recibir un obsequio, que dinero para comprarte algo :(
Sigue así.
Tienes una sorpresa en mi blog, allí te espero ;)
Un beso. Eva
lo que yo queria, gracias
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