jueves, 7 de agosto de 2008

Wall-E

Entre tanto metal hay un corazón que late con gran fuerza.

No es humano, pero sus sentimientos lo convierten en humano

Ultimamente dedicaba artículos de "cinco en cinco" a las películas que veía, sin embargo, ayer pude ver Wall-E y con esta tengo que hacer una excepción y dedicarle un artículo en solitario.

Los chicos de Pixar no se como lo hacen, pero otra vez me han vuelto a encandilar con sus historias y de verdad que no se como lo hacen, pero ya es la novena vez que pasa. Habitualmente cuando ves una película de animación, te ríes y te lo pasas bien, con las de Pixar me ocurre lo mismo, pero además tienen algo encantador, algo que te hace estar con una sonrisa de oreja a oreja durante toda la película.

Wall-E es uno de los guiones escritos con más cariño que he visto nunca. Es increíble lo que intentan transmitir sus creadores, nos presentan a un personaje que lleva 700 años realizando labores de limpieza, un tiempo en el que ha desarrollado una personalidad propia y en la que colecciona restos de lo que fue la existencia humana en la Tierra.

Así nos encontramos ante un personaje inmerso en la soledad, muy triste y esperando cada mañana encontrar al fin el amor. Es entonces cuando aparece Eve, otro robot venido del espacio exterior y cuyos fines no parecen muy claros al principio, del cual Wall-E se enamora y comienza un cortejo del pequeño robot hacia Eve.

Lo más increíble de todo esto que estoy contando es que tengáis en mente a los personajes. Dos robots, sin ojos, con movimientos limitados, sin expresión facial y que solo saben decir un par de palabras, sin embargo, ves todo lo que estoy describiendo y lo que es más importante, lo sientes. La personalidad de Wall-E es increíble y lo que da miedo pensar es que la soledad puede volver loca a una persona (Si, he dicho persona, porque Wall-E es más humano que los propios humanos).

Y hasta aquí es la primera parte de la película, una parte puramente emocional y que de repente se ve interrumpida por eventos que ocurren en la historia y que transportan a los personajes a una nave donde habitan los últimos seres humanos. Ahí nos hemos convertido en una raza de personas obesas al vivir en un mundo donde los robots nos hacen de todo, donde hemos perdido el contacto físico, donde hemos dejado de ser creativos, de ser ingeniosos, donde como dicen en la película "hemos aprendido a sobrevivir, pero no a vivir".

Cambia el contexto de la película, ya no hablamos ni de soledad, ni de amor. Pero si sobre la vida, sobre la estupidez humana y sobre la única fe que deberíamos de tener todos, que es en nosotros mismos. Y aquí llega Wall-E, el más humano de toda la nave, dispuesto a cambiar el mundo y a hacer que volvamos a creer en nosotros mismos.

Y finalmente llega el final de la película, un final que en momentos te hace dudar de si acabara de forma trágica o no, después de toda la carga emocional arrastrada hasta entonces, no sabes con que te vas a encontrar, y por supuesto no lo voy a desvelar :-).

Acaba la película, se encienden las luces y yo con mi sonrisa de oreja a oreja. Salen los títulos de crédito y tras cinco minutos, al acabar estos, me levanto esperando encontrar la sala vacía como siempre y ¡No! Ahí me encuentro toda la sala llena de gente, todos con la misma sonrisa que yo y sintiéndose mejor que cuando entraron a verla. A todos nos humaniza un poco más el pequeño Wall-E.

Esto es Wall-E, una película que técnicamente es abrumadora como siempre, aunque realmente eso nuevamente no importa. Porque no tardas en olvidarte que estas viendo una película de animación, al igual que no tardas en olvidarte que estas viendo robots, al final sólo es una historia puramente humana y que te ablanda el corazón en tan solo 100 minutos de duración.

3 comentarios:

Artemisa dijo...

Hola Alberto!!

Después de leer tu relato sobre lo que te ha transmitido la película de Wall-E, no me la pienso perder.

Mucha gente piensa que este tipo de películas estan hechas para los niños... pero por el contrario transmiten sentimientos muy humanos... como es el caso de: Mr Magorium y su tienda mágica, Spirit, Nemo, etc...

Tienes razón, a veces las personas nos olvidamos de vivir y de disfrutar en esta gran aventura que es la vida.

Besos.
Eva

PD: Me ha gustado "The Center of My heart" que suena en tu humano blog.

Alberto dijo...

Hola Eva!

Eso es, no te pierdas Wall-E.

Sobre las peliculas que mencionas, pienso lo mismo, de hecho yo siempre las llamo "Peliculas de animación" y nunca "Peliculas infantiles".

Realmente nunca importa como esten hechas las peliculas, si son de animación, de actores reales, de acción, de fantasia o de lo que sea. Lo unico que realmente importa es que transmitan algo y has citado muy buenos ejemplos de ello como Spirit o Nemo. Magorium no la he visto, pero si me la recomiendas tu, ahora mismo la pongo a bajar ;-).

Besos. Alberto

PD: Me alegra que te guste la canción que he puesto, ire cambiandola de vez en cuando. Esta es de Roxette, es uno de mis grupos favoritos. Se hicieron bastante famosos con "It must have been love" que sonaba en Pretty Woman.

Si te ha gustado, busca Roxette en Youtube y encontraras canciones muy chulas :-D.

shinobiHitokiri dijo...

¡Qué jodidamente difícil es elegir "la mejor película de Pixar"!
¡Qué maravillosa es la jodida Wall-E!
¡Qué majo que es el pequeño robot coleccionista!
Manda huevos que Pixar siempre haga una de las 5 mejores películas de cada año (si no la mejor).