domingo, 12 de julio de 2009

Diarío de Bélgica+Holanda : Amsterdam

Bienvenidos a la ciudad del pecado.


Cuando planificamos el viaje, nos dimos cuenta al reservar los hostels que llegábamos a la noche del sábado a Amsterdam. Así que al buscar por un sitio, todos los precios se iban de madre, la única forma de amortizar algo de dinero, era durmiendo la noche del sábado en una habitación de 16 personas y aun así, salia caro.


Llegado a la estación empecé a preguntar a todo el mundo como llegar al hostel, hasta que alguien me dijo: "Si si, es todo recto por ahí. En medio del Barrio rojo". Habíamos reservado un hostel en mitad del barrio rojo y sin saberlo, por lo que se anunciaba una noche movidita al tener que estar en una habitación de 16. Empezamos a cruzar las calles y en efecto, ahí estábamos: los escaparates de prostitutas, los coffeeshops, el olor a porros, y al final nuestro hostel, en mitad de una calle llena de prostitutas y en donde un cartel me dejo sorprendido, decía así: "Christian hostel".

El lugar era algo muy bizzaro, era un hostel cristiano. Al darnos las llaves de la habitación, nos ofrecieron unirnos a la misa de las 19.30h y el lugar estaba plagado de "Jesus is lord", libros sobre Jesús y un extraño ambiente de secta cristiana en todos sus residentes. Algunos de ellos estaban como idos, con la mirada perdida, y se ponían a tocar en el piano que había en la cafetería el tema de "El piano" como si entraran en trance. Levantarse a las 7 de la mañana para ir al baño y ver a alguien leyendo la biblia en los pasillos era algo normal ahí. Parecía un lugar de salvación en el barrio del pecado, están locos estos cristianos.

Muy cerca del hostel, me encontré con una referencia que me recordó a mi erasmus

Y bueno. ¿Qué tal Amsterdam? Pues tiene su encanto por sus canales y sobretodo es una ciudad impactante porque como digo es la ciudad del pecado y sin duda te llamara la atención ver prostitutas en ropa interior detrás de escaparates, tiendas donde te venden drogas con una carta o aquellas que venden setas mágicas.

Pero al cabo de un rato, observas que es una ciudad simplemente para callejear y para dedicarla al vicio. No hay nada turisticamente visitable como un importante edificio o un sitio clave. Como mucho el museo de Van Gogh, y os lo dice alguién al que la pintura no le dice nada.

Amsterdam nos dice adiós con algo de lluvia y un viaje de tres horas hasta Bruselas, el viaje se va acabando.

Si Amsterdam tuviera una canción, sin duda sería esta:


1 comentario:

Sidel dijo...

Me mola esa canción, pero a mí si me gustó Amsterdam, el mercado de flores, las plazas adoquinadas, esas casas en forma de pico, los montones de bicis aparcadas en los canales, no se me trae buenos recuerdos, también porque fue un viaje muy intenso e inesperado, jejeje. Saludos!