lunes, 13 de julio de 2009

Diarío de Bélgica+Holanda : Bruselas

Última parada del viaje: Bruselas.

Un tren entre Amsterdam y Bruselas de 3 horas de duración cubre este recorrido y así pasas de estar en la ciudad del pecado a la capital de europa, el cambio es rádical.

Llegamos a Bruselas con unas 36 horas de tiempo para visitar el lugar que básicamente se concentra en cuatro partes: centro de la ciudad, museo del ejercito, parlamento europeo y atomium. Comienza una paliza de caminar pero que acaba cumpliendo con todo lo esperado.

El centro de Bruselas es una gran plaza, alrededor de esta empiezas a ver las típicas tiendas de chocolate en las que adquirí bombones y por supuesto cervecerías. El aspecto de la ciudad es viejo y clásico, cuesta creer que una ciudad así sea el centro de europa ya que el concepto de Unión Europea es algo joven y fresco. Sin embargo, es debido a que el centro de la ciudad es totalmente histórico y los edificios políticos se encuentran fuera del area.

Bajando por una callejuela de la plaza llegamos a la fuente más famosa de Bruselas, el manneken pis.
El famoso niño meando esta ahí, haciendo sus deberes y podemos verlo desnudo, ya que como hace poco una amiga me comento, hay alguien que lo viste a veces por las noches con ropas diferentes para hacer la gracia. El manneken cómo todo el mundo sabe es bastante pequeño, y la verdad, es sorprendente comprobar como dicha escultura se ha convertido en icono para la ciudad.

Otro sitio cercano por donde merece la pena darse un paseo, son las galerías. Sitio comercial y que se agradecerá su existencia en días de lluvia. Básicamente es una calle cubierta y con una arquitectura característica. Muy recomendable el cruzar dicho lugar.

Cogiendo el metro y alejándose de la ciudad puedes llegar al museo del ejercito, lugar cuya visita recomiendo, no sólo porque es gratis, sino porque además es un museo muy completo. No verás solo cuatro pistolas y cuatro uniformes. Aquí es posible encontrar un hangar lleno de aviones, tanques o unas galerías sensacionales de la segunda guerra mundial.

Además, recomiendo comer en su restaurante, un lugar barato y con unas cantidades bastante agradecidas. Yo nunca había comido un plato de spaguetties tan grande.

Y toca volverse alejar un poco más, para visitar el parlamento europeo, posiblemente la visita más aburrida que he vivido. Hace años, estuve en la ONU y el lugar estaba muy bien, te enseñaban todos los salones y muchas cosas sobre historia mundial que resultaban muy interesantes como por ejemplo ver objetos destruidos y retorcidos por los efectos de la bomba atómica en Japón.

La visita al parlamento europeo sin embargo, consiste en entrar en la sala del parlamento que tantas y tantas veces hemos visto en telediarios y aguantar una grabación de cassete de unos 40 minutos sobre tonterías de la UE mientras estas sentado en la butaca.
Y para finalizar el tour, vamos a la zona Expo de 1958. Si, estos señores también tuvieron Expo y decidieran construirla en las afueras de la ciudad, no ha debido de quedar mucho de lo que fue, pero como parte del skyline de Bruselas ahora hay una construcción titánica llamada: Atomium.

El Atomium es una construcción de bolas gigantescas y tubos que las conectan y que representan la estructura de un átomo, de ahí su nombre. Es posible subir a la esfera más alta para contemplar desde ahí las vistas de todo Bruselas, para ello hay que tomar un ascensor en la bola inferior y que te permite ver el ascenso a través de un cristal.
Sólo por este show, merece la pena pagar los 6 euros que cuesta la entrada, ya que el resto de sus contenidos son escasos: una exposición sobre lo que fue la Expo de 1958 y una temporal que en el momento en que yo estuve era de comics. Lejos del interés que podría tener, la exposición era una tontería.

Y así cumplimos los objetivos del viaje, el resto es empaquetar todo, coger el bus y volver a nuestra ciudad de partida. Estoy exhausto y necesito reponer fuerzas, y que mejor manera que con un gofre con chocolate y fresas... mmmm.... chocolate belga.

Aquí acaba la crónica de este viaje, espero que hayáis disfrutado de la aventura. Pronto habrá una nueva y más larga, pero para eso, hay que esperar unos dias.

1 comentario:

Sidel dijo...

Pues creo que me voy a quedar con el chocolate, jejeje me apasiona, me has dejado con las ganas de un gofre con fresas y chocolate, ñam ñam, jejeje. Saludos!