Te sorprendes cuando haces este tipo de visitas. Me refiero a cuando un día vas a la cárcel de Dublin y pagas menos de 3 euros y ves un sitio increíble, con una visita guiada. Poco después, pagas 6 euros para ver la cárcel de Cork y ves un sitio mucho peor, y olvidate de guias, te dan un cassete viejo agarrado con una goma y que te cuente la historia una voz que se atranca con algunas palabras en español.
Pero Cork City Gaol forma parte de esa colección de sitios que hay en la ciudad de Cork y que inicialmente parece que no vayas a visitar. Y a los que acabas yendo cuando viene alguna visita, es decir, lo mismo que me pasa en Zaragoza, que nunca entro a la basílica del Pilar excepto cuando viene gente de fuera.
Lo curioso de la cárcel de Cork, es que acabo siendo en sus últimos años una cárcel para mujeres y que incluso dicen que se puede ver un fantasma por sus pasillos. Yo lo vi, un muñeco puesto al fondo con luz tenue que se apaga y se enciende, me gustaría saber si esto era sólo un artificio o realmente hay un fantasma que la gente ve por esta cárcel.
Pero bueno, aunque la visita a la cárcel de Cork no fue gran cosa, sin duda fue un gran rato con Anna y desde luego, nos libro de la lluvia durante un buen tiempo. Porque así es Irlanda, luce el sol los días que tienes que ir a clase y no para de llover cuando intentas hacer algo o te vas de viaje.
¿Cómo te has quedado tras esta visita, Anna?
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