miércoles, 26 de noviembre de 2008

Hola Dr. Nick

¡Hola a todo el mundo! ¡Hola Dr. Nick!
Empiezas a darte cuenta que estas viviendo en otro país en lugar de estar de vacaciones cuando tienes que hacer cosas rutinarias: ir a clase, hacer la compra, poner una lavadora, etc.

El 2 de Noviembre, tuve que hacer algo que esperaba no tener que hacer y es usar la Tarjeta sanitaria europea. Llevo entorno a un mes que mi salud no es lo que era, y en esos días, tras todo un fin de semana ardiendo tumbado en la cama, en cuanto tuve la oportunidad de sentirme un poco mejor la aproveche para ir al hospital y comprobar que no tenía nada malo.

La visita al hospital es toda una experiencia, porque compruebas lo distinta que es la administración de un sitio a otro. Nada más llegar, me aparece una mujer de la limpieza que se cree que soy polaco y me indica de seguir por un pasillo todo recto y subir dos plantas.

Extrañado de que no haya recepción a la entrada, como sería lo normal empiezo a recorrer el hospital y me veo cruzando todas las áreas. El restaurante, la cafetería, traumatología, zonas con camillas, etc. OK, perfecto, si tuviera algo contagioso ya todo el hospital estaría infectado.

Al final llego, y justo ahí, en el otro extremo del edificio esta la recepción, me hacen sacar un papel de turno de una maquinita como si fuera a comprar jamón. Entonces me siento a esperar, la salita de espera es un tanto curiosa, como en nuestro país se exige un silencio para respetar a los otros pacientes, así se indica en carteles o con el clásico papel de prohibido usar el móvil. Sin embargo, no importa que haya una enorme televisión de plasma retransmitiendo un partido del Manchester United con el volumen a todo tren.

Me llaman a los 5 minutos, uh, que rápido. Me atiende una enfermera y mientras me esta pidiendo los datos, me empieza a rodear de máquinas, la de medir la tensión, la pinza esta que te ponen en el dedo índice, un lector de temperatura en el oído. ¿Dónde esta el doctor?

Se acaba la revisión, todas las constantes están bien, vuelve a la salita y a esperar al doctor. El partido del Manchester continua, y la espera empieza a hacerse larga, Irlanda y España empiezan a ser parecidas. Al cabo de una hora, aparece el doctor, madre mía, se parece al Dr. Nick de los Simpson.

Entro a dentro. No hay sala para el doctor, básicamente hay ocho camillas en una gran habitación y te sientan en una y echan la cortina. Empieza una conversación chunga, imaginaos, los dos chapurreando inglés, yo con mi acento español, él con su acento ¿coreano? y a esto añadir todo el vocabulario técnico de la situación. ¿Cómo es mucosidad? ¿Cómo es tos? ¿Cómo es irritación? ¿Cómo es flema?

Al final, acabo yendo a que me hagan una radiografía a la zona de Rayos-X para asegurar que no es neumonía. Llego a rayos... entro en la consulta donde esta toda la maquinaría, no hay nadie, todas las luces apagadas y hay un portero automático al que otra paciente me dice que hay que llamar. ¡Dale al botón!

Radiografía hecha y vuelta a la salita de espera. El Manchester va ganando. El Dr. Nick me vuelve a llamar a la media hora. Tiene los resultados, no han encontrado nada y me receta la primera droga que se le ocurre. ¡Bien, antibióticos para una semana!

Me voy a la farmacia leyendo la receta, miro la firma, el nombre del doctor es Nik.
Si es que... ya lo decía yo.

2 comentarios:

shinobiHitokiri dijo...

"Tiene los resultados, no han encontrado nada y me receta la primera droga que se le ocurre. ¡Bien, antibióticos para una semana!"
Pues hombre, sin ver nada... bastante es que te recetó antibióticos. No esperarías que te mandase a una sesión de quimio.
De hecho es bastante común eso: te diría que te los tomases y que si seguías mal, volvieses. ¿Para qué? Segurametne para darte una dosis más alta :D.

Pero vamos, cuidate hombre, que los dos últimos post han sido sobre problemas de salud. Y que te recuperes.

Alberto dijo...

¬¬ ¿Quimio? ¿Pero que dices? Fui porque necesitaba antibioticos, y no se pueden conseguir sin receta.

Yap, la verdad es que podria hablar muchos post de salud, porque llevo un mes un tanto fastidiado por una cosa o por otra. Madre mia, no sobrevivo al erasmus.