Inglorius Bastards

o también conocidos como controladores aéreos.


Yo pensaba esta semana seguir con mi blog en donde me quede, pero no puedo seguir sin hacer antes una referencia a lo ocurrido estos días en mi país.

Carta a los controladores aéreos:

Queridos controladores aéreos, es el año 2010, y en este año me ha pasado lo siguiente...

1. Mi viaje a Eslovaquía fue cancelado por la nube volcánica
2. Poco después, estuve en Turquía y mis vuelos (tanto el de ida como el de vuelta) estuvieron a punto de ser cancelados por la dichosa ceniza.
3. Cuando fui a Reims ustedes (aka bastardos) me hicieron temer por mi vuelo por una probable huelga de controladores aéreos
4. Cuando fui a Disneyland, casi no me pueden recoger en el aeropuerto por la huelga de petróleo que hubo en Francia
5. Hace no mucho casi me cancelan un vuelo a Francia por una de sus muchas huelgas
6. Este viernes, ustedes (aka jodidos controladores aéreos) han provocado la cancelación de mi vuelo y han hecho que no haya podido abandonar España en este puente de la constitución, uno de mis pocos momentos de vacaciones ahora que trabajo...

Después de todo esto ¿Creéis que es el buen momento para hacer lo que hicisteis?

Sois uno de los gremios más quejicas del mundo, a pesar de ser uno de los más forrados. Mi sueldo es 30 veces inferior al suyo, y me va justo para pagarme una habitación en un piso compartido, mientras que ustedes gozan de casas en propiedad. Además, trabajan muchas menos horas que yo y tienen unos estudios mucho inferiores, yo señores, soy Ingeniero.

¿Quieren trabajar menos horas? ¡Me parece perfecto! Contraten a otra persona, trabajen la mitad y cobren la mitad. Ah ¿Eso no vale, no? Hagan lo que les de la gana, pero dejen de machacar uno de los sectores más afectados en 2010, la aviación, y sobretodo, no nos meta en sus problemas a la ciudadania, quienes acabamos siendo rehenes de su estupidez humana.

Atentamente. Alberto.

Carta a los Reyes Magos:

Queridos Reyes Magos. Este año he sido bueno, y por ello me gustaría recibir un gran regalo para mi y toda la humanidad. La privatización de los controladores aéreos. Espero además que traigáis carbón, así como penas económicas y de cárcel a todos los niños malos que abandonaron sus torres de control este fin de semana.

Gracias por cumplir el deseo de todo un país. Alberto.