miércoles, 8 de diciembre de 2010

Un año después

Hay experiencias que marcan la vida, esta fue una de ellas.

A veces te metes en algo sin saber muy bien que vas a hacer, como va a resultar o de que va esto. Al cabo de un tiempo, cuando ese momento ha pasado y ves todas sus consecuencias, te sientes muy orgulloso de haberlo ayudado a crear y de haber optado por ese camino.

Hace un año decidí meterme a hacer actividades con erasmus y fue una elección perfecta. La gente que he conocido en este año anterior y que algunos aún residen en mi vida, han marcado mi vida.


En Septiembre del año 2010, repetimos la formula. Yo con la idea de apartarme ya de un mundo que debía de dejar a la fuerza. Ser erasmus dos veces ya había sido todo un lujo que poca gente puede decir.

Tengo que reconocer que para mi fue una versión "light" en cuanto a los participantes. La nueva generación ni parecía tan genial, ni hice tan buenas amistades en los primeros días como la anterior vez. Sin embargo, me gusto mucho vivir esta experiencia, sentía como que era cerrar un ciclo que había empezado un año atrás y despedirme de uno de los mejores capítulos de mi vida.

Además, en esta ocasión no fue en los participantes donde encontré esa magia, sino en los propios organizadores, una generación de gente nueva con gran entusiasmo y una calidad humana que hacía que me diera pena dejarlo en tan buen momento.
Pero Barcelona esperaba... y ahora escribo estas lineas de texto dos meses después pensando que esto es como un buen número de teatro, ha de acabar en el momento en que te lo estas pasando bien y antes de que te canse. Ese es el momento perfecto para poner un punto final.

O bueno.... tal vez un punto suspensivo, núnca se sabe :-)

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