La muerte de una televisión pública genera un debate, cuando el debate debería ser el porque no se mueren las otras.
Últimamente hay mucho lío montado en relación al cierre de la televisión pública valenciana... y mi pregunta es ¿Por qué? ¿Por qué hay que mantener una televisión pública? ¿Por qué tiene que existir?
Veamos... la idea de la televisión pública era financiar un medio de comunicación para que el pueblo pudiera acceder a la información sin pagar, lo cual me parece una excelente idea. El problema es que esto ya no son los años 50, e igual que no se contempla la idea de un "periódico público", porque ha de existir una televisión pública... más sabiendo que son organismos manipulados por el gobierno de turno, y que por tanto su independencia informativa queda en entredicho.
Y si, lo sé... todos los medios son de un lado o de otro, pero al menos lo sabes, y lo tienes claro. Cuando a alguien se le ocurre comprar La Razón sabe que se va a encontrar. Pero cuando enciendes Tve1 van a jugar al juego de "idependencia informativa" con "manipulación del gobierno". Y ambas cosas, no son compatibles.
Después piensas... es que la televisión pública tiene una labor educativa que los otros canales no tienen. Podría ser verdad, pero ¿Qué labor educativa tiene ese ocio "light" que hace Tve1? Me refiero a programas de famosos bailando, o especiales de Raphael... de eso, ese tipo de ocio lo esta generando cada día más Antena 3. ¿Y que hay de TV3? La televisión catalana, trabajando en educar una nueva generación de "indepes", una tras otra... ¿En serio? ¿Es esto en lo que queremos que vayan nuestros impuestos?
Vale. Si, están los documentales de la 2, ahí nadie quita razón. Pero piénsenlo, si eso es lo que hay que mantener, estoy seguro que si cerraran las televisiones públicas, ese tipo de programas seguirían existiendo, ya que sería un "segmento del mercado abandonado" que alguien querría ocupar. Como ya he comentado... Antena 3 es cada día un poco más "televisionespañolizada" y es un canal privado.
En definitiva... cerremos las televisiones publicas, y si el gobierno cree que es importante que se subvencione un medio de comunicación, hay que actualizarse. Y eso significa que la televisión ya no es ese medio, hoy en día es Internet.
¿Se imagina un Internet público? Sin coste alguno para cualquier usuario, accesible a cualquier ciudadano. Eso si que sería un logro de una sociedad avanzada y no estar manteniendo un medio de comunicación de los años 50.
viernes, 29 de noviembre de 2013
martes, 5 de noviembre de 2013
Volviendo a la Europa de capa y espada
El comienzo del fin de un programa que ha hecho y hace historia.
Hace más de 25 años, un gran número de paises de Europa estaban encaminados hace un proyecto de colaboración en cojunto, un sueño Europeo que crearía una étapa histórica y dejaría atrás todo el odio acumulado entre nuestros países durante siglos. Un profesor mio de historia decia que la historia de Europa siempre había sido las guerras de tres países: España, Inglaterra y Francia, y básicamente eran siempre la unión de dos de ellos contra el otro. Razón no le faltaba.
Sin embargo, el sueño europeo tenía muchos puntos en los que trabajar, politica, economía, justicia, muchas cosas que se han ido poniendo en común y sobre las que aún se sigue trabajando. La famosa constitución europea, el esperanto o la reciente crisis económica demuestran que somos los primeros en hacer algo así en la historia, y como tal, nos queda mucho por aprender.
Pero había un punto muy importante en todo ello, la ciudadanía europea, algo que tenía que calar en la sociedad, la gente se sentía demasiado de su tierra, y todo lo que pasaba de la frontera le era ajeno. ¿Qué teníamos en común con un francés? ¿O con un aleman? Si ni siquiera compartiamos el idioma. Es entonces cuando nacio la ciudadania europea, y desde entonces mucha gente ha trabajado en hacer que cualquier persona se sienta europea, que valore ese intercambio cultural y esa integración hacía una sociedad conjunta.
En medio de todo esto, nacio el programa Erasmus, una forma de hacer que una generación jovén sintiera europa en un momento clave de su vida, la universidad. Un programa que por supuesto, no lo voy a desmentir, es sinónimo de fiesta, de poder sacarse asignaturas que son dificiles y de todas esas cosas que habéis escuchado. Pero una mente abierta, sabe que educación y estudios no significan simplemente aprender nuevos conceptos teóricos, muchas veces las lecciones vienen de otra forma, y aprender a vivir es tal vez una de las más importantes.
En ello, el programa Erasmus es un éxito tremendo. Te abre la mente, aprendes una cultura nueva, un idioma nuevo, te une a un país en el que no has nacido ni tienes familia, te crea enlaces y recuerdos que no olvidaras jamás. Incluso a muchos de los jovenes españoles, nos crea nuestra primera experiencia de independencia y de convivencia, aprendes a vivir los buenos y los malos momento.
Todo esto te amuebla la cabeza, te hace volver con necesidades de cambiar muchas cosas en tu vida, de que la perspectiva que tenías del mundo ya no es la misma. Y esto, es la mejor lección que aprenderas en la vida, no la que te de una clase de cálculo o de historía.
Pero en estos días nuevamente, se da un nuevo mazazo al programa erasmus, reduciendo becas incluso a gente que ya esta fuera y que contaba con ese dinero. Esto es un auténtico desastre y la casta política es como la junta directiva de una empresa, solo ven el beneficio a corto plazo, y no el daño a largo plazo porque lo importante es sobrevivir a las siguientes elecciones y no en los impactos que puede tener dentro de 20 o 30 años estas decisiones.
Sigamos golpeando este pilar de la Unión Europea, y volvamos a la europa de la capa y espada, de las guerras de cien años, de las armadas invencibles, volvamos a mirar a los ojos de un francés mientras le clavamos una espada en el pecho y pensando ¿Quién eres tu extranjero para invadir mis tierras?
Hace más de 25 años, un gran número de paises de Europa estaban encaminados hace un proyecto de colaboración en cojunto, un sueño Europeo que crearía una étapa histórica y dejaría atrás todo el odio acumulado entre nuestros países durante siglos. Un profesor mio de historia decia que la historia de Europa siempre había sido las guerras de tres países: España, Inglaterra y Francia, y básicamente eran siempre la unión de dos de ellos contra el otro. Razón no le faltaba.
Sin embargo, el sueño europeo tenía muchos puntos en los que trabajar, politica, economía, justicia, muchas cosas que se han ido poniendo en común y sobre las que aún se sigue trabajando. La famosa constitución europea, el esperanto o la reciente crisis económica demuestran que somos los primeros en hacer algo así en la historia, y como tal, nos queda mucho por aprender.
Pero había un punto muy importante en todo ello, la ciudadanía europea, algo que tenía que calar en la sociedad, la gente se sentía demasiado de su tierra, y todo lo que pasaba de la frontera le era ajeno. ¿Qué teníamos en común con un francés? ¿O con un aleman? Si ni siquiera compartiamos el idioma. Es entonces cuando nacio la ciudadania europea, y desde entonces mucha gente ha trabajado en hacer que cualquier persona se sienta europea, que valore ese intercambio cultural y esa integración hacía una sociedad conjunta.
En medio de todo esto, nacio el programa Erasmus, una forma de hacer que una generación jovén sintiera europa en un momento clave de su vida, la universidad. Un programa que por supuesto, no lo voy a desmentir, es sinónimo de fiesta, de poder sacarse asignaturas que son dificiles y de todas esas cosas que habéis escuchado. Pero una mente abierta, sabe que educación y estudios no significan simplemente aprender nuevos conceptos teóricos, muchas veces las lecciones vienen de otra forma, y aprender a vivir es tal vez una de las más importantes.
En ello, el programa Erasmus es un éxito tremendo. Te abre la mente, aprendes una cultura nueva, un idioma nuevo, te une a un país en el que no has nacido ni tienes familia, te crea enlaces y recuerdos que no olvidaras jamás. Incluso a muchos de los jovenes españoles, nos crea nuestra primera experiencia de independencia y de convivencia, aprendes a vivir los buenos y los malos momento.
Todo esto te amuebla la cabeza, te hace volver con necesidades de cambiar muchas cosas en tu vida, de que la perspectiva que tenías del mundo ya no es la misma. Y esto, es la mejor lección que aprenderas en la vida, no la que te de una clase de cálculo o de historía.
Pero en estos días nuevamente, se da un nuevo mazazo al programa erasmus, reduciendo becas incluso a gente que ya esta fuera y que contaba con ese dinero. Esto es un auténtico desastre y la casta política es como la junta directiva de una empresa, solo ven el beneficio a corto plazo, y no el daño a largo plazo porque lo importante es sobrevivir a las siguientes elecciones y no en los impactos que puede tener dentro de 20 o 30 años estas decisiones.
Sigamos golpeando este pilar de la Unión Europea, y volvamos a la europa de la capa y espada, de las guerras de cien años, de las armadas invencibles, volvamos a mirar a los ojos de un francés mientras le clavamos una espada en el pecho y pensando ¿Quién eres tu extranjero para invadir mis tierras?
domingo, 3 de noviembre de 2013
Cerrando una grandisima etapa
Hoy pongo el punto final a una de las experiencias que más me ha cambiado la vida. Es tiempo de dejar AEGEE.
Era el año 2009, estaba de erasmus en Irlanda, haciendo un viaje por el norte de la isla. Eramos cuatro, dos españoles, y dos alemanes. El viaje era de cinco días, y en un road trip de este tipo, las conversaciones y anécdotas son interminables. Nunca podría imaginar la repercusión que tendría este viaje en mi vida.
Todo empezó con una conversación entre Sara (la otra chica española) y yo. Era un mes de Abril y yo me encontraba un poco triste de ver que el erasmus se iba a acabar, de que todo volvería a la normalidad, y de que además volvería a un ambiente donde no sabía como seguir con mi vida, había tenido una relación bastante dolorosa en los meses previos a irme y en cierta forma, estaba huyendo de ello.
Necesitaba poder seguir viviendo en esa burbuja de vida paralela que es el erasmus más allá de mi erasmus. Y ella me menciono un viaje llamado Summer University que había hecho en un par de ocasiones bajo una asociación que encontro en su ciudad (Santander) y que estaba por toda Europa. Me dijo que mirara si existía en Zaragoza y recuerdo coger mi móvil para apuntarla y hacer la clásica pregunta A-E-G-¿Qué más? ¿Dos E's?
Esas cinco letras las escucharía y diría más de un millón de veces en los próximos años. Llegue a casa cansado del viaje, cogí el ordenador y miré. ¿Existirá esta asociación también en Zaragoza? Y si, existía y justo era el mes en que había que pedir destino para irse. Curiosamente encontré uno que me llamo mucho la atención...
Torino, ciudad italiana que miré en numerosas ocasiones como posible destino para irme de erasmus, sin embargo, la necesidad de mejorar el inglés me acabo enviando a Irlanda. Ahora tenía la oportunidad de vivir 15 días en esta urbe, disfrutar de una experiencia nueva y ver que era esto. Solamente tenía que hacerme socio, pedirlo y tener suerte de ser elegido.
Llame a mi madre, y la tuve que enviar a pagar la cuota, os recuerdo que yo estaba en Irlanda. Lo pedí y mágicamente funciono. ¡Deseo concedido! fuí seleccionado para la SU'2009 de Torino.
¿Qué decir de este viaje? Fue una aventura encaminarse de nuevo a algo desconocido, pero también tenía el presentimiento de que iba a ser algo grande. Y así fue, se cumplió lo que ahora es el "hashtag" de nuestras promociones en twitter: #elmejorveranodetuvida. Lo fue, fue el mejor verano de mi vida, y mientras veía las vidas de amigos míos destrozadas por una depresión post-erasmus, yo estaba viviendo una de las mejores etapas de mi vida.
Al volver del viaje, más allá de disfrutar de una gran experiencia, también descubrí que podía hacer cosas a nivel local, en mi ciudad y así, casi sin quererlo y aprovechando la situación de que la antena estaba un poco apagada con el tema erasmus, un mes después estaba liderando el programa erasmus y preparando muchas actividades para ellos.
Fue un año incluso mejor que mi erasmus, tanto que de ahí salió la mujer con la que ahora comparto mi vida, y que acabo con una depresión post-erasmus más grande de lo normal, a fin de cuentas había acumulado dos años seguidos. Pero no pasaba nada, porque el cambio se acercaba y una oferta de trabajo me hizo cambiar de ciudad.
Barcelona era mi nueva ciudad, y necesitaba conocer gente, y para mí, AEGEE se estaba acabando, estaba trabajando y no quería saber nada de erasmus de nuevo. Dos habían sido suficientes. Sin embargo, necesitaba conocer gente y sabía que podía contactar con la antena local y juntarme a alguna de las actividades que hicieran.
Inocencia la mía, conocí un grupo genial, hice una gran amistad y organizamos una de las mejores Summer Universities que he visto nunca, y de ahí salió una petición de este "dream team", una petición que me ponía de presidente para el año 2011/12. No hay nada como estar motivado para decir que sí a ello.
Fue otro gran año, viví una época de gran crecimiento de mi antena y se creo la generación a la que ahora pertenece la antena. Tuve muchos "up and downs", pero sin duda, presidir una asociación es una experiencia enriquecedora a nivel personal y profesional. Pero tras ello me di cuenta de algo, comenzaba a hacerme viejo para ser miembro de la asociación y quería ir perdiendo responsabilidad de forma responsable, es decir, transfiriéndola a buenas manos y así he hecho durante el último año.
Ahora tengo 27, ya no tengo ninguna vinculación con las universidades, y cuando voy a un evento, me puedo encontrar con hasta 9 años de diferencia con la gente, aunque lo normal, por suerte, suelen ser 3-4 por regla general. Pero como digo, empiezan ya a notarse los años. Así que este año estuve en la organización de una de las SU más ambiciosas que he visto nunca y tras ello he visto la oportunidad de cerrar esta etapa, volviendo a la Asamblea General de la asociación, que se ha celebrado en mi ciudad natal durante este fin de semana. La posibilidad de cerrar todo allá donde comenzó.
Y así es, se acabo. Estas cosas tienen que ser como los espectáculos de magia, hay que saber cuando acabarlos, tiene que ser en el momento en que la gente se queda con las ganas, pero no están todavía cansados de ti. Pues así acaba esto, queriendo disfrutar más de esta vida, pero sabiendo que es el momento racional para dejarlo.
Dejo atrás por tanto, casí cinco años de dedicación a una asociación que ha cambiado mi vida para siempre. Y de la que veo que una vez que eres de AEGEE, siempre lo serás en cierta forma. Esto es algo que una persona que no haya estado nunca en una asociación, no entenderá. Pero creo que es algo similar a lo que puedan sentir las personas que han estado en los scouts, en cruz roja o en donde sea.
He visto como estos cinco años, me han cambiado, me han enseñado mucho del mundo, he entendido lo que es pertenecer a algo tan grande y lo que es más importante, he visto como la vida de otras personas ha cambiado también gracias a acciones que he ido haciendo. Es lo que me suele gustar llamar "daños colaterales" :-)
Gracias AEGEE por todo lo que me has dado, y espero haber podido devolverte lo suficiente. No sé que será lo que marque mi próxima etapa en esta vida, pero es duro cerrar la que muy posible sea una de las mejores etapas y la que siempre representará mi juventud.
See u somewhere in Europe.
Era el año 2009, estaba de erasmus en Irlanda, haciendo un viaje por el norte de la isla. Eramos cuatro, dos españoles, y dos alemanes. El viaje era de cinco días, y en un road trip de este tipo, las conversaciones y anécdotas son interminables. Nunca podría imaginar la repercusión que tendría este viaje en mi vida.
Todo empezó con una conversación entre Sara (la otra chica española) y yo. Era un mes de Abril y yo me encontraba un poco triste de ver que el erasmus se iba a acabar, de que todo volvería a la normalidad, y de que además volvería a un ambiente donde no sabía como seguir con mi vida, había tenido una relación bastante dolorosa en los meses previos a irme y en cierta forma, estaba huyendo de ello.
Necesitaba poder seguir viviendo en esa burbuja de vida paralela que es el erasmus más allá de mi erasmus. Y ella me menciono un viaje llamado Summer University que había hecho en un par de ocasiones bajo una asociación que encontro en su ciudad (Santander) y que estaba por toda Europa. Me dijo que mirara si existía en Zaragoza y recuerdo coger mi móvil para apuntarla y hacer la clásica pregunta A-E-G-¿Qué más? ¿Dos E's?
Esas cinco letras las escucharía y diría más de un millón de veces en los próximos años. Llegue a casa cansado del viaje, cogí el ordenador y miré. ¿Existirá esta asociación también en Zaragoza? Y si, existía y justo era el mes en que había que pedir destino para irse. Curiosamente encontré uno que me llamo mucho la atención...
Torino, ciudad italiana que miré en numerosas ocasiones como posible destino para irme de erasmus, sin embargo, la necesidad de mejorar el inglés me acabo enviando a Irlanda. Ahora tenía la oportunidad de vivir 15 días en esta urbe, disfrutar de una experiencia nueva y ver que era esto. Solamente tenía que hacerme socio, pedirlo y tener suerte de ser elegido.
Llame a mi madre, y la tuve que enviar a pagar la cuota, os recuerdo que yo estaba en Irlanda. Lo pedí y mágicamente funciono. ¡Deseo concedido! fuí seleccionado para la SU'2009 de Torino.
¿Qué decir de este viaje? Fue una aventura encaminarse de nuevo a algo desconocido, pero también tenía el presentimiento de que iba a ser algo grande. Y así fue, se cumplió lo que ahora es el "hashtag" de nuestras promociones en twitter: #elmejorveranodetuvida. Lo fue, fue el mejor verano de mi vida, y mientras veía las vidas de amigos míos destrozadas por una depresión post-erasmus, yo estaba viviendo una de las mejores etapas de mi vida.
Al volver del viaje, más allá de disfrutar de una gran experiencia, también descubrí que podía hacer cosas a nivel local, en mi ciudad y así, casi sin quererlo y aprovechando la situación de que la antena estaba un poco apagada con el tema erasmus, un mes después estaba liderando el programa erasmus y preparando muchas actividades para ellos.
Fue un año incluso mejor que mi erasmus, tanto que de ahí salió la mujer con la que ahora comparto mi vida, y que acabo con una depresión post-erasmus más grande de lo normal, a fin de cuentas había acumulado dos años seguidos. Pero no pasaba nada, porque el cambio se acercaba y una oferta de trabajo me hizo cambiar de ciudad.
Barcelona era mi nueva ciudad, y necesitaba conocer gente, y para mí, AEGEE se estaba acabando, estaba trabajando y no quería saber nada de erasmus de nuevo. Dos habían sido suficientes. Sin embargo, necesitaba conocer gente y sabía que podía contactar con la antena local y juntarme a alguna de las actividades que hicieran.
Inocencia la mía, conocí un grupo genial, hice una gran amistad y organizamos una de las mejores Summer Universities que he visto nunca, y de ahí salió una petición de este "dream team", una petición que me ponía de presidente para el año 2011/12. No hay nada como estar motivado para decir que sí a ello.
Fue otro gran año, viví una época de gran crecimiento de mi antena y se creo la generación a la que ahora pertenece la antena. Tuve muchos "up and downs", pero sin duda, presidir una asociación es una experiencia enriquecedora a nivel personal y profesional. Pero tras ello me di cuenta de algo, comenzaba a hacerme viejo para ser miembro de la asociación y quería ir perdiendo responsabilidad de forma responsable, es decir, transfiriéndola a buenas manos y así he hecho durante el último año.
Ahora tengo 27, ya no tengo ninguna vinculación con las universidades, y cuando voy a un evento, me puedo encontrar con hasta 9 años de diferencia con la gente, aunque lo normal, por suerte, suelen ser 3-4 por regla general. Pero como digo, empiezan ya a notarse los años. Así que este año estuve en la organización de una de las SU más ambiciosas que he visto nunca y tras ello he visto la oportunidad de cerrar esta etapa, volviendo a la Asamblea General de la asociación, que se ha celebrado en mi ciudad natal durante este fin de semana. La posibilidad de cerrar todo allá donde comenzó.
Y así es, se acabo. Estas cosas tienen que ser como los espectáculos de magia, hay que saber cuando acabarlos, tiene que ser en el momento en que la gente se queda con las ganas, pero no están todavía cansados de ti. Pues así acaba esto, queriendo disfrutar más de esta vida, pero sabiendo que es el momento racional para dejarlo.
Dejo atrás por tanto, casí cinco años de dedicación a una asociación que ha cambiado mi vida para siempre. Y de la que veo que una vez que eres de AEGEE, siempre lo serás en cierta forma. Esto es algo que una persona que no haya estado nunca en una asociación, no entenderá. Pero creo que es algo similar a lo que puedan sentir las personas que han estado en los scouts, en cruz roja o en donde sea.
He visto como estos cinco años, me han cambiado, me han enseñado mucho del mundo, he entendido lo que es pertenecer a algo tan grande y lo que es más importante, he visto como la vida de otras personas ha cambiado también gracias a acciones que he ido haciendo. Es lo que me suele gustar llamar "daños colaterales" :-)
Gracias AEGEE por todo lo que me has dado, y espero haber podido devolverte lo suficiente. No sé que será lo que marque mi próxima etapa en esta vida, pero es duro cerrar la que muy posible sea una de las mejores etapas y la que siempre representará mi juventud.
See u somewhere in Europe.
Zaragoza, ciudad de inmovilidad
Como veis, mi blog se está convirtiendo en un sitio de artículos de opinión, y aquí va otra ronda de ello.
Hoy quiero hablar sobre el mal servicio de transporte público de Zaragoza, mi ciudad natal, y de la que estos días, me he podido sentir avergonzando al verme obligado a caminar una hora cada día para volver a mi casa. Os pongo en antecedentes.
Estos días he estado asistiendo a un evento organizado en el palacio de congresos de Zaragoza, en la abandonada expo. Cada día, acababa sobre las 02:00-03:00h y quería volver a mi casa. Lo que ocurría es que me encontraba con la imposibilidad de volver en transporte público. Cuando era entre semana, no había buses nocturnos, cuando era fin de semana, si que había, pero al tener un recorrido circular me era imposible cogerlo, es decir, asumen que la gente va del centro a las afueras, no de las afueras al centro. Y lo más lamentable era el servicio de Bizi, cerrado desde las 01h.
Ante ello, tenía dos soluciones, una era coger un taxi que fácilmente me podía salir por 12-13 euros, porque esta ciudad tiene un excesivo precio en este servicio. La otra era volver andando, lo que me tomaba casi una hora, algo que tuve que hacer en dos ocasiones. Y que me obligaba a cruzar por una abandonada expo, sin casi iluminación y en la que pasaba grandes tramos de la ciudad totalmente a oscuras.
Zaragoza ya no es la ciudad de garrulos en la que nací, que tenía menos de 400.000 habitantes, una ciudad que vivía de espaldas a su río, no había prácticamente nada al otro lado del Ebro. Una ciudad en la que el único centro comercial que existía era el Alcampo de Utebo y donde los barrios se podían contar con los dedos de la mano.
Ahora somos lo que Europa denomina "ciudad de tamaño medio", hemos casi doblado población, hay muchos barrios residenciales, un área llena de empresas en la que no hay un bus urbano (hablo de Plaza), la ciudad tiene tanta extensión casi en un lado que en otro del río y donde los viajes en bus pueden llegar a ser de más de 45 minutos, lo que empieza a sentirse como una necesidad de nuevos medios de transporte, bien sea el tranvía, cercanías, metro, bus express, etc.
Zaragoza tiene que invertir más en transporte. Medidas como dejar 24 horas el Bizi en fines de semana tendrían un coste bajo y serían un buen inicio. Otras como comenzar la segunda linea de tranvía y ofrecer un servicio nocturno de calidad, sería el siguiente paso.
Esta ciudad tiene un problema básico, y es que nunca podrá ser una gran ciudad, porque todo el mundo piensa que no es una gran ciudad. Y dejen de pensarlo, porque Zaragoza es demasiado grande ya, y seguimos moviéndonos como al comienzo de los 90, a base de golpe de zapatilla y línea de bus interminable.
Somos una gran ciudad, y la gente sigue diciendo que somos una ciudad pequeña.
Hoy quiero hablar sobre el mal servicio de transporte público de Zaragoza, mi ciudad natal, y de la que estos días, me he podido sentir avergonzando al verme obligado a caminar una hora cada día para volver a mi casa. Os pongo en antecedentes.
Estos días he estado asistiendo a un evento organizado en el palacio de congresos de Zaragoza, en la abandonada expo. Cada día, acababa sobre las 02:00-03:00h y quería volver a mi casa. Lo que ocurría es que me encontraba con la imposibilidad de volver en transporte público. Cuando era entre semana, no había buses nocturnos, cuando era fin de semana, si que había, pero al tener un recorrido circular me era imposible cogerlo, es decir, asumen que la gente va del centro a las afueras, no de las afueras al centro. Y lo más lamentable era el servicio de Bizi, cerrado desde las 01h.
Ante ello, tenía dos soluciones, una era coger un taxi que fácilmente me podía salir por 12-13 euros, porque esta ciudad tiene un excesivo precio en este servicio. La otra era volver andando, lo que me tomaba casi una hora, algo que tuve que hacer en dos ocasiones. Y que me obligaba a cruzar por una abandonada expo, sin casi iluminación y en la que pasaba grandes tramos de la ciudad totalmente a oscuras.
Zaragoza ya no es la ciudad de garrulos en la que nací, que tenía menos de 400.000 habitantes, una ciudad que vivía de espaldas a su río, no había prácticamente nada al otro lado del Ebro. Una ciudad en la que el único centro comercial que existía era el Alcampo de Utebo y donde los barrios se podían contar con los dedos de la mano.
Ahora somos lo que Europa denomina "ciudad de tamaño medio", hemos casi doblado población, hay muchos barrios residenciales, un área llena de empresas en la que no hay un bus urbano (hablo de Plaza), la ciudad tiene tanta extensión casi en un lado que en otro del río y donde los viajes en bus pueden llegar a ser de más de 45 minutos, lo que empieza a sentirse como una necesidad de nuevos medios de transporte, bien sea el tranvía, cercanías, metro, bus express, etc.
Zaragoza tiene que invertir más en transporte. Medidas como dejar 24 horas el Bizi en fines de semana tendrían un coste bajo y serían un buen inicio. Otras como comenzar la segunda linea de tranvía y ofrecer un servicio nocturno de calidad, sería el siguiente paso.
Esta ciudad tiene un problema básico, y es que nunca podrá ser una gran ciudad, porque todo el mundo piensa que no es una gran ciudad. Y dejen de pensarlo, porque Zaragoza es demasiado grande ya, y seguimos moviéndonos como al comienzo de los 90, a base de golpe de zapatilla y línea de bus interminable.
Somos una gran ciudad, y la gente sigue diciendo que somos una ciudad pequeña.
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