viernes, 30 de octubre de 2009

International dinners

Esto de estar organizando actividades para erasmus, tiene su recompensa, o al menos para mi estomago y es que me están invitando a cenas típicas de cada lugar. Estoy descubriendo una variedad gastronómica más amplia que la que descubrí en mi propio erasmus... y lo que es más importante, esto me plantea si podría vivir de que la gente me invitara a comer ^^.

Esto es lo que he probado hasta ahora...

Cena Eslovaca: Haluski
Empecemos por Eslovaquía, un país que cada vez me gusta más y del que me estoy empezando a plantear unos días de verano en Bratislava. En la cena eslovaca contemple uno de los platos cuyo aspecto es poco agraciado.
Imaginaros sentaros a la mesa y ver una masa pegajosa blanca como con tropezones... se te cierra el estomago en seguida y piensas... ¿Qué hago yo aquí con lo que me gusta la tortilla de patata? El Haluski es un plato hecho con pure de patata, que se empapa en harina y se cuece en agua hirviendo. Eso es lo que crea esas extrañas formas tan poco agradecidas físicamente. Tras ello, me lo sirvieron con virutas de bacon y cebolla frita.

Y si a la vista es malo, al gusto es delicioso. Me recordó mucho al sabor de la salsa carbonara, y esta es una de mis salsas preferidas para pasta.

Cena Hungara: Goulash
Para que luego digan que a los españoles nos gustan los tropezones... el concepto de Goulash es cuando mezclas la palabra: Sopa y Carne. Básicamente es eso, es la creación de una sopa con sabor picante y que contiene trozos de carne y patata en su interior.
El clásico Goulash es con patata, a mi en su lugar me pusieron una pasta "home-made" y bueno, aunque puse perdida la silla donde comí por la dificultad que tiene comerse una sopa con cuchillo y tenedor, el resultado fue bastante bueno.

Cena Francesa: Raclette
Entre invasión e invasión, los franceses debían de tener tiempo para inventar extraños electrodomésticos. Prueba de ello, este que se llama Raclette. Se trata de una doble bandeja con un hueco en el interior para depositar unas pequeñas palas donde se deja el queso y poco a poco se va fundiendo. ¡Es una máquina fundidora de queso! Toda mi vida haciendo esto en el microondas.

Una vez fundido el queso, se echa sobre embutidos o patatas cocidas para disfrutar del queso recién fundido y el sabor de un delicioso embutido... ñam ñam. Ufff, que mala idea estar escribiendo este artículo a la hora de comer.

Y esta semana me invitan a una cena alemana... Kartofen!

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