Este pasado viernes fue San Pepe, es la forma de amigotes de llamar a San José, el patrón de los ingenieros. ¿Y por qué San José es el patrón de los ingenieros? Porque el chaval era carpintero, así que como no sabemos quien le construyó el arca a Noe... pues se puede considerar el único santo ingeniero. De la misma forma que San Gabriel es patrón de los telecos, el primer caso de telecomunicación de la historia, entre Dios y la virgen María. Telefonía móvil con alas.
Esta fiesta, desde hace tres años es una fiesta organizada en el parque de atracciones, en lugar de un botellón masivo en una explanada llena de barro. Así que recapitulemos... tres años, eso significa, tres ediciones: la primera fue la novedad, la segunda estaba de erasmus y esta es la última. Conclusión: seis años haciendo ingeniería y sólo he podido hacer San Pepe en dos ocasiones, no es que lo haya podido disfrutar mucho...
Y la verdad es que considero este San Pepe, como el último al que voy, porque el próximo año estaré trabajando, en otra parte del mundo o encerrado en una cárcel asiática, pero dudo mucho que este parado en Zaragoza (bueno... aunque viendo los tiempos, no lo dudo tanto).
¿Y cómo fue?
Pues bien, aunque empieza a ser muuuy caro esto de San Pepe. 16 euros por una entrada que solo incluye una paella y acceso a las atracciones no parece un precio razonable. Además, hay que contar que luego ahí te hace falta cenar y beber, que como si no te venga algún amigo a final de tarde, te sale el San Pepe por un ojo, un riñon y el bazo.
La experiencia más divertida de la fiesta fueron los baños sin lugar a dudas, y es que alcanzada cierta hora de la noche, el muñequito del hombre y la mujer ya no significan nada, cada uno entra donde puede y los tíos, hartos de esperar, cogen un vaso, lo dejan en la esquina del baño y lo rellenan. Ver un litro de orina no tiene precio y me gustaría saber si a algún otro borracho "posterior" se le ocurrió la idea de llevárselo a sus amigos como "ey, dale un trago a la birra".
Pero bueno, aun así es una fiesta divertida, aunque llegado cierto punto de la noche eso parece interpeñas y es cuando empieza a dar un poco de asco. Aun así, esta vez, pedirme un bocadillo no me costó más de 5 minutos. Poco a poco se va aprendiendo algo.
Incluso pude escuchar en la fiesta una canción que me sorprendió mucho... Flying free de Pont Aeri, no se vosotros, pero a mi es una canción que me recuerda a mis tiempos mozos, cuando las fiestas dejaban de ser de bocadillos de nocilla y empezaban a ser de litros de calimocho. Esa etapa cutre de la vida llamada adolescencia tiene banda sonora y para mi es este tema.
Se nos ocurrió salir un poco antes (a las 01:30h) para evitar el super-caos de los buses, pero sin embargo, ya había mucha gente esperando y en un momento de la noche, había un bus esperando y otro se coloco detrás. Un poco tonto el conductor, decidió abrir la puerta del segundo bus con la consecuente ruptura de la fila y ataque de la policía hacia la gente que se quería montar en el vehículo. Tras ello, la policía hizo barrera, la fila se escacho y todo el mundo estaba tan compactado que era posible levantar las piernas y no caerte al suelo.
Las consecuencias de ello, lógicas... caídas (me sorprende que nadie se rompiera nada), gente a la que le entraba al pánico, policías golpeando a la gente, incluso a una chica le paso la rueda del bus por encima del coche y fue apartada de la fila y lanzada en medio de la carretera.
En fin, no lo entiendo, la policía esta para evitar disturbios, no para crearlos y no eran gente haciendo un botellón o quemando contenedores, era gente que estaba cansada y se quería ir a casa. Creo que esa noche, esa gente uniformada olvido lo de "La policía esta para proteger".
1 comentario:
Me vi afectado por este comportamiento inadecuado de la policía. Querría tener más datos de la gente que presenció estos incidentes. ¿Conoces gente que lo presenció o se vio afectada?
Gracias.
Mikel
acalleg@ono.com
Publicar un comentario