Desde que volví de mi erasmus, ya en verano empecé a notar algo curioso en el ambiente. Caminaba por la calle y escuchaba fragmentos de conversaciones que pasaban a mi alrededor y curiosamente raro era el día que no escuchaba un idioma distinto al español. Además el haber escuchado tantos idiomas ultimamente, me permitia a veces hasta reconocer si era un idioma eslavo o proveniente del latín o cualquiera sea su familia... y a veces hasta acertar en cual es exactamente.Ese verano me uní a "la organización" y si observaba este fenómeno en verano, se volvió de forma exponencial en Septiembre al descubrir que vivía en la TERCERA ciudad con más estudiantes internacionales de España. Dificilmente escuchaba un acento raro, otro idioma o conocía un estudiante de otro país en los cuatro años anteriores, ahora es imposible salir a la calle sin que te cruces con uno.
Supongo que siempre han estado ahí todos esos idiomas y toda esa gente, únicamente no me había fijado hasta ahora y menos cuando al decir que eres de Zaragoza fuera de España, la mayoría de la gente respondía con una mueca rara de ¿Donde esta eso? Poco a poco nos debemos estar abriendo sitio en el mapa ^^.
Me gustan mucho los idiomas y todo ese rollo hippie del intercambio cultural, por lo que me alegra ver mi ciudad con unos ojos diferentes con los que la veía antes. Y sobretodo, lo que más me satisface es ver la nueva Europa que construimos... hasta hace nada, estábamos continuamente matándonos, tirandonos piedras a la cabeza, iniciando guerras y en definitiva, buscando cualquier tontería para abrirle la cabeza al vecino.
Ahora... todo ha cambiado, al fin nos damos cuenta de lo parecidos que somos y por muy malo que digan que es el botellón, prefiero ver a un grupo de extranjeros emborrachandose y riéndose juntos en un parque que debatiendo sobre donde empieza tu frontera y acaba la mía.
Y luego para que haya gente en contra de la globalización... cuando es sin duda, el mejor concepto que ha creado la humanidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario